THE MVP ; Miky Woodz

OO8.

Había sido increíblemente complicado calmar a Miky pero lo logré, al menos por el momento había conseguido que no pensara demasiado en las ganas que tenia de partirle las piernas al zorro y ser buscado por protección animal para rendirle cuentas.

—¡Sarabi!.—escuché su voz cerca del baño.—¿Cerraste, qué carajos?

—Perame' ya voy.—me reí recordando la broma de tiktok que vi, el tipo estaba furioso pero quería probar si ese enfado opacaría Lis sentimientos, básicamente consistía en pedirle que saliera para que yo pueda bañarme y de ahí ver si lo respeta o insiste en quedarse.

—Tas tardándote mucho, ¿qué pasó, aún no te bañaste?

—¿Qué quieres, colorao'?

—Pues...—frunció el ceño.—¿Tas bien, mami?

—Me quiero bañar.

—Bueno, dale.

—Estás aquí.—su cara de confusión fue a mucho peor.—¿Te puedes salir para que me pueda bañar?

—Claro, bab...—pero antes de cruzar la puerta se giró dramáticamente.—Baby, ya te vi, ¿que me escondes?

No respondí.

—¡Sara!.—me estaba costando horrores no reírme.

—Miky, en serio , salte.

—Pero baby...—iba a discutir pero pareció replanteárselo.—¿Qué tienes, Sarabi?.—observé cómo volvió a acercarse a mi, se sentí en la tapa del wc y me tomó por la cintura.

—No quiero que me veas.

—¿Cómo así?

—Me siento mal, Miky , estoy fea y no me siento bien con mi cuerpo hoy, no quiero que me veas y necesito que te salgas, ¿si?

Me dió ternura como se levantó y se rascó la nuca con una mueca de confusión mezclada con preocupación, caminó hacia la puerta y cuando estaba por irse, volvió a frenar.

—No sé que sea pero...—me miró de arriba a abajo.—Tas' preciosa mami, ayer , hoy y siempre tú sabes, eres la OG de las mamichulas, la reina en mitad de esas gatitas.—acarició mi mejilla.—Cuando lo olvides nada más dime que no me pesa recordártelo, ¿si?

—Miky..

—Ya me voy...—se alejó.

Cuando pensé que se iría volvió a detenerse por lo que me reí.—¿Segura que estás bien? Solo dime.

—Estoy bien, Woodz.

—Así no.

—Estoy bien, Mufasa.—sonrió.

—¿Y...Me dejas besarte?

—Sí, papi.—respondí entre risas.

(...)

—Sarita.

—Simbita.

—Que chistosa.—se tapó la boca al reírse.—¿Sabes?.—negué con mi cabeza.—Papi me dijo que no le dejaste golpear al tipo que fuimos a ver al estudio.

—Obvio no, las cosas no se resuelven a golpes.

—Pero ese huelebicho cruzó la OG línea.

—¿"Huelebicho", "OG línea"?.—busqué al culpable con la mirada pero se le veía demasiado inocente jugando con su pelota de básquet en la cancha.

—Me dijo cosas feas pero no quiero que tu papá vaya a tener problemas por defenderme.

—Pero es tu novio.