𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧

𝟖

ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

No sabía qué hacer luego de aquella escena, mi corazón seguía latiendo fuerte como si fuera a salirse de mi pecho mientras intentaba calmar mis emociones alborotadas.

Al ver el pasillo tenuemente iluminado por unas cuantas lámparas amarillas, caminé con la esperanza de encontrar algún jardín o espacio libre para prender un cigarrillo. En mis tiempos de estrés en el bar, hacer esto me ayudaba para ordenar mi mente.

Mis pies iban con prisa resbalándose por el piso suave del pasillo, hasta que llegué a un tipo de jardín con una fuente en el centro y flores de colores a su alrededor. Sonreí al pensar que podía calmarme con la brisa sobre mi cabello cuando escuché una voz detrás de mi cuerpo que me hizo sobresaltar.

─ Hola. ─al girar, el recién llegado me miró sonriendo.

Era el tipo que me dio las indicaciones de cómo llegar a la cocina. Podía ver sus ojos grandes mirándome curioso, él era muy diferente a los chicos de aquí, que solo parecían traspasar mi alma con sus ojos feroces.

Sentí su aroma: anís. Era poco común tener ese aroma en alfas, pero aún así no dije nada. Contrastaba mucho con los aromas intensos de los otros guardaespaldas apestosos.

Asentí levemente en señal de saludo y seguí mirando hacia el frente enfocado en el cigarrillo en mis labios. Él no tenía nada en manos, por lo que le ofrecí uno de mis cajetilla, viendo como negaba frenéticamente.

─ Disculpa, no fumo. ─decía sin dejar de sonreír. Podía decir que era una de las sonrisas más genuinas de este lugar, sin maldad.

─ Bueno...

El bullicio había desaparecido en medio del lugar. Me di cuenta que ya había anochecido, por lo que supuse que la mayoría iría a dormir.

─ ¿Es este tu primer día? ─preguntó rompiendo el silencio.

─ Lamentablemente si. ─mi respuesta era honesta. Había empezado a arrepentirme de todo.

Él empezó a reír un poco antes de volver a su posición inicial. De seguro me veía como un alfa patético al ser prácticamente humillado en la mañana por un omega caprichoso...bonito, pero engreído y egoísta.

─ Mi nombre es Gyuvin. ─extendió su mano hacia mí y me dio una rápida sonrisa.

─ Soy Hanbin. ─dije de igual forma.

─ Espero trabajar contigo algún día. ─confesó. Yo solo quedé en silencio sobre mi lugar.─ Me caíste bien cuando le gritaste al jefe Zhang.

Sus palabras me dejaron boquiabierto. ¿Le caí bien porque sobrepasé la autoridad de Hao como jefe? ¿Qué está sucediendo?

─ Hiciste lo que muchos no pudieron hacer antes. ─su voz era vacilante.

─ ¿Cómo? ─seguía impresionado, era lo que menos esperaba escuchar.

─ Hay veces en las que el jefe Zhang puede llegar a ser irritante. Hoy fue casi el doble de pesado y tú te revelaste...aunque al final terminaste cediendo, pero ese no es el punto. ─explicaba con voz emocionada.

Era chistoso, yo mortificándome y ellos alabando lo que hice. Sin duda este lugar era muy extraño, todo lo inesperado sucedía.

─ Desearía que te toque trabajar junto a mí...pero lo veo difícil. ─de repente tuve curiosidad. ¿No era él guardia del chico lindo también?

─ ¿Por qué dices eso? ─tenía que aprender el sistema de trabajo aquí. Realmente estaba perdido.

─ Fui designado como guardaespaldas de Ricky. ─soltó junto a un suspiro. ¿Quién era ese chico?