CAPITULO 30

845 50 7
                                    

Ojo con este capítulo, contiene escenas no recomendables para personas sensibles. Leer bajo su propio riesgo.

.
.

El mercado caníbal.

_¿Crees que puedas prestarme tu celular, necesito llamar a mi hermano.

Me señala un pasillo y lo sigo encontrando un teléfono en la pared a mi derecha.

Marco el número de mi hermano y responde al quinto pitido.

_¿Si?.

_Hola, soy Sara.

_Sara, ¿Dónde estás? Salimos temprano pero no te encontramos en casa y no respondes las llamadas.

_Estoy con Reynolds, anoche hablé con él y pues estoy con el.

_Debi imaginarlo.

_La cuestión es que estoy bien, te daré la ubicación para que hablemos cuando estés aquí.

_Iremos pero no será hoy, a mamá le programaron otra cita y saldremos tarde, iremos mañana.

_Esta bien, le diré a Reynolds que vendrán.

Le doy la ubicación del hotel y me despido de el deseándole un lindo día a mamá.

Le pregunté a Reynolds si puede venir mi familia y aceptó, de todas formas estoy en su casa y lo que el diga eso debe hacerse.

En la noche no hicimos nada interesante, un chef nos preparó la cena en casa por qué no tenía ganas de salir y tampoco quería que Roger me viera afuera e hiciera una locura.

Esto no durará para siempre, algún día lo veré y tendré que enfrentarlo.

Conversamos y luego vimos una película hasta que me dormí en el sofá.

.

.

_Buenos días.

Me siento en la cama y le sonrió a Reynolds.

No recuerdo cómo llegué aquí si me quedé dormida en el enorme sillón, supongo que el me trajo.

_Buenos días.

Me extiende una bandeja con desayuno y le agradezco colocándola en la mesa de noche.

_Queria invitarte a un lugar.

_¿Enserio?¿A dónde?.

_Al mercado.

_Bien, no hay problema.

_Pasare por ti en una hora.

Una hora después estoy lista con un vestido y unas sandalias, si es al mercado no tengo que arreglarme tanto y justo como dijo aparece y me extiende su brazo y juntos salimos al patio para abordar el auto que nos espera.

Salimos de la casa y a los pocos minutos nos adentramos a la cuidad.

Reynolds maneja esquivando los vehículos que se aparecen.

En un barrio más tranquilo dobla a la derecha y nos metemos a un callejón al que apenas entra luz, nos detenemos dónde hay algunos autos y el se estaciona.

No veo ninguna persona aquí, normalmente los mercados estan llenos de personas pero no pregunto bajando del auto.

Me acerco a Reynolds que saca una máscara y me la extiende.

_Colocate esto, te contaré en el camino.

Sin preguntar me coloco la máscara que cubre mi cara completamente y deja un abierto en la parte de la boca, supongo que es para poder hablar libre sin que la máscara cubra el sonido de la voz.

Nos acercamos a una puerta negra, Reynolds toca dos veces y un hombre sale. Lleva una máscara de lobo.

Reynolds pasa algunas palabras que son poco entendibles para mí y el hombre nos deja pasar, este mercado es extraño ya que al entrar solo hay un pasillo oscuro con apenas una luz en el techo que parpadea.

Aún así no pregunto.

Empezamos a caminar y atravesamos el pasillo, aquí la luz es más abundante y el ruido también, se nota que hay más personas.

_Escucha, no te quites la máscara aunque sea lo último que hagas, quería invitarte aquí pero es un lugar muy peligroso.

_Me dijiste que me traerías al mercado, ¿Dónde estamos entonces?.

_Bienvenida al mercado caníbal.

El tipo con la máscara abre la puerta y el desayuno que comí se me mueve en el estómago.

Cabezas de hombres y mujeres colgadas en ganchos, refrigeradores enormes repletos de cabezas, brazos y piernas.

Más hombres con mascaras pican la carne humana con machetes bien afilados, hay un pasillo por el que parece una chica con máscara arrastrando un carrito y en el una persona, aún tiene ropa y cuando la sacan del carrito la sangre gotea lentamente por su cuerpo manchando el piso.

Abrazo a Reynolds y me dispongo a quedarme callada, me advirtieron que era caníbal pero nunca pensé que me traería a este horrible lugar.

El tipo de antes nos guía por otro pasillo y en el, el calor se hace presente, carderos en el que fácilmente entra una persona completa están sobre un carbón rojizo.

El fuego es desesperante y ver cómo lanzan pedazos de carne en el me pone la piel de punta.

En el otro pasillo hay más hombres que limpian las extremidades cómo el intestino grueso, lengua, ojos, dedos incluso orejas de hombres.

Salimos de ese pasillo y nos adentramos a otro en el que hay literalmente esqueletos lo cual pasan los huesos por una máquina y fabrican muebles y otras cosas con ellos.

Pasamos a otro pasillo y aquí está un poco más tranquilo ya que parece un restaurante, hay personas que disfrutan de la carne y estofado con mucho gusto.

Se acercan a nosotros con una bandeja en mano y le extiende un trozo de carne recién hecha a Reynolds que la muerde y la disgusta lamiéndose los dedos.

Me muerdo la lengua tratando de no vomitar y el tipo de acerca a mi con un trozo de carne.

Niego pero su mirada me perfora a través de la máscara y sigue con la carne extendida hacia mi sitio.

_Si no la pruebas sospecharan que no eres caníbal y no podré hacer nada por ti.

Reynolds me susurra en el oído, tomo la carne con los dedos temblorosos y la llevo a mi boca.

La mastico lentamente y miro hacia otro lado cuando se me salen las lágrimas.

Saboreo la carne entre mi paladar y la trago pasándola por mi garganta.

A decir verdad, no sabe mal.

Sabe a la carne de cerdo.

Pero no deja de ser asqueroso.

Seguimos caminando y contengo la respiración cuando escucho un llanto.

Abren un refrigerador y llevo la mano hacia mi boca intentando cubrir el llanto que se apodera de mi.

Sacan a un niño por los pies y veo como lamentablemente con un machete le desgarra la garganta para luego ágilmente picar su cuerpo como si fuera carne de pollo.

Separa las partes como los pies y los brazos y agrega la sangre en un recipiente, otro tipo viene y le pasan el recipiente a Reynolds que se toma la sangre como si fuera agua.

Esto nunca saldrá de mi cabeza.

_Sacame de aquí por favor.

Le susurro lo más bajo que puedo tratando de que rápidamente me saque de este lugar, no puedo ni ver esto.

.
.

El Rey Mafioso Where stories live. Discover now