LA PRIMERA CITA.

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                            XIII

Había bajado lentamente de la escalera con miles de pensamientos recreándose en su cabeza, el cuerpo le pesaba, tanto como por el cansancio físico como el mental. 

Las opciones no varían mucho, eran como aquellas preguntas a las que solamente tienes que responder simplemente con un “si” o un “no”, y ella ahora tenía que decidir entre aceptar o no negarse a una propuesta; de la cual dependía su exitoso futuro laboral. Se sentía como en un callejón sin salida, ahora ya no tenía más evasiones que hacer. 

Le había amenazado con arruinarla, y ella tentó a su suerte de comprobar hasta dónde sería capaz de llegar. Y he aquí los resultados.

Se tomó tranquilamente su tiempo el transcurso entre guardar el sobre como prueba en su cartera y sentarse frente a ella. Observó su reloj y supuso que no faltaba mucho, así que se cruzó de piernas frente a ella y esperó lo que tendría que esperar.

Becky sintió un ligero dolor de cabeza, abrió sus ojos pesadamente observando el techo y se sintió desorientada por un momento. Colocó su mano derecha en su sien y se incorporó en el sofá con una mueca y los ojos cerrados. 

Intentó recrear qué fue lo último en su memoria para terminar así en uno de los sofás de su sala, soltó una maldición junto con un suspiro cuando lo recordó todo y supuso lo que freen le había hecho.

-Hasta que al fin despiertas- escucho la voz tan conocida frente a ella. 

Becky alzó la mirada y la vio, freen estaba tranquilamente frente a ella con las piernas cruzadas mirándola de manera casi neutra. Pero veía un poco de atisbo de quizás molestia.

-Muy buena estrategia de tu parte, becky, debo admitirlo - dijo mientras sacaba el sobre de su bolso para mostrárselo -aunque también arriesgado.

-Te lo advertí demasiadas veces, freen -la miró fijamente sin apartar la mirada, el hecho de que haya subido hasta al piso de arriba y encontrará las cartas en la que le enviaban información no fue para nada de su agrado. 

Se preguntó cuánto tiempo pudo haber estado dormida, pero no se lo iba a preguntar, no aceptaría que se burlara de ella ante lo que le hizo.

- Tú te negabas y yo iba a responder ante eso - y sonrió de manera soberbia, viendo la mueca en su cara y presintiendo su debate de qué hacer o no. Ahora la tenía justo como quería.

- Todo con tal de lograr lo que te propones, ¿verdad? -preguntó burlándose, un poco por donde la situación la estaba orillando, y otro por una estupidez más grande que el mundo que iba a cometer según ella -¿sabes? Me he tomado el tiempo para pensar en muchas cosas mientras tú te tomabas tu apacible siesta -becky la observo como cambiaba de posición sus piernas para cruzarlas, y rápidamente cayó en cuanta en algo que había olvidado.

-Muy buena tu maniobra también, debo decir -contestó cambiando de tema -¿Tu ocasionaste que me durmiera? ¿Qué fue lo que metiste a mi bebida?.

-Creo que la respuesta es bastante obvia, becky -contestó - y no creo que tampoco quieras saber los detalles acerca de eso, tú tienes otros intereses, ¿no es cierto?.

-Tienes razón -coincidió becky riendo un poco -¿Me dirás esa maravillosa conclusión a la que has llegado mientras estaba dormida por tu culpa? Espero que sea lo que quiero escuchar -mencionó cambiando su tono de voz.

La había invitado a su casa con un solo propósito y ella iba para dormirla y descubrir sus planes. Definitivamente las cosas esa noche no estaban marchando como quería, pero ella era una persona muy perseverante que no perdía fácilmente las esperanzas.

Enemigas Y algo más - Adaptación Freenbecky Where stories live. Discover now