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—¿Cómo te trata Mingyu, Wonnie? — preguntó Minghao, estaba sentado en el sillón de la ventana, Wonwoo no lo había dejado acercarse al nido, ni siquiera a un metro de la cama, pero lo había dejado tomar su mano de lejos, estirando su brazo a más no poder para saludarlo.

No era por su parte humana, su lobo se sentía incómodo y raro, ese espacio era personal y exclusivo de una persona en particular y no era el peliazul, no quería alterar el olor ni el orden de este.

Así que había tomado distancia, se había acomodado lejos, Wonwoo permaneció en la cama, dentro del nido, abrazando una almohada, mientras mantenía una conversación en un tono normal que no coincidía del todo con su actitud instintiva de autoprotección.

— Él es un ángel conmigo— murmuró—. ¿Nunca... Has encontrado a alguien que sabe exactamente qué hacer y qué decirte, para hacerte sentir bien?

Minghao sonrió con los labios apretados, asintiendo.

— Algo así, Wonnie. Me alegro que te esté cuidando bien.

— Él es muy agradable también... — continuó hablando, sus ojitos estaban perdidos en el exterior de la ventana, donde una pareja de pájaros jugaban y se perseguían, haciéndolo sonreír—. Es como las cantidades justas de consideración, amor, cuidado, amabilidad y... Humor, humor de mierda a veces, y él intenta ser un pervertido de vez en cuando pero es de lo más inocente del mundo— rió.

— ¿Pervertido?

— Es que... Hizo un chiste de que la tenía grande, pero le dices que es lindo y ya se pone todo rojo y avergonzado— Wonwoo rió en un tono agudo y sonó como un alegre balbuceo de bebé.

Minghao sonrió también, aunque por dentro quería abofetear a ambos y decirles que se casaran de una puta vez.

— En serio me pregunto, Hao... Por qué no lo conocí antes— el tono de Wonwoo había cambiado a uno melancólico—. Antes de esto... Antes de Jun... Y quizás así no me sienta culpable.

— ¿Culpable de qué?

Wonwoo se removió en la cama y buscó las palabras por un momento, porque no podía decir simplemente "Porque me gusta más de lo que me gustaba Jun" porque le parecía que quedaba mal.

— Hace tres días que Jun no está, y lo amé y lo amo, Hao, aún lo amo... Y Mingyu es completamente diferente e incomparable a él pero, considerando la mierda que me siento por dentro, él puede hacerme sentir mejor, mejor de lo que Jun me hizo sentir en su mejor momento... Y creo que lo quiero, Hao... Pero no puedo hacerle esto a Junnie, porque él no se lo merece porque no hizo nada malo y yo... Siento que lo estoy traicionando cada vez que lo recuerdo y estoy con Mingyu a mi lado... ¿Entiendes?

Minghao vió a su mejor amigo en una seria encrucijada, y era su parte humana, con su fuerte concepción de lealtad y gran amor que sentía hacia Jun quien lo hacía sentirse así.

Jun nunca había sido en verdad una mala persona, fue quien lo había ayudado a salir de una familia disfuncional, le había dado la confianza y las palabras de amor que nunca había recibido de pequeño, le había sido siempre fiel, lo amaba sinceramente y lo había cuidado bien, como todos, tenía sus errores, como su concepción Alfista-pero-no-tanto de dejarlo en casa y convercerlo con palabras amables de que no estudiara, ni trabajara de algo que no sea ser ama de casa, lejos de eso, hacia de esa casa un hogar, lo hacía tener un lugar y algo que amar.

No eran en verdad muy cariñosos, ni muy melosos, el mayor efecto que demostraban en público era tomarse de las manos o un pequeño beso si estaban o muy emocionados o muy ebrios, pero según lo que decían, eran sus formas, nunca los habían juzgado.

Our Last Days • meanieWhere stories live. Discover now