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— ¿Qué tal si voy a tu café favorito y te traigo ese café raro que tanto te gusta? — ofreció Minghao cuando ya eran algo de las seis de la tarde, ya tenía hambre pero todo lo que se le antojaba no estaba en la casa del Omega.

Wonwoo estaba recostado en el sillón de la sala, mientras escuchaban música suave por un parlante y Mingyu repasaba sus apuntes para su examen, sentado en un sillón individual que había arrastrado hasta quedar a su lado, se habían reído de él cuando sacó unos tapones para los oídos así que si estaba algo ruborizado aún, pero concentrado en sus hojas sin escuchar nada del mundo exterior.

Cada tanto, su mano acariciaba los rubios cabellos de Wonwoo, mientras sus ojitos se concentraban aún en sus apuntes, haciendo al Omega sonreír.

— Latte con cacao, caramelo y vainilla, Minghao— le recordó Wonwoo.

— Porquería azucarada, anotado.

— Pudrete tú, que vas a una cafetería a comprar chocolate caliente, nenita.

— ¿Te traigo un muffin?— preguntó Minghao en tono cansado, mientras se colocaba su abrigo.

— Si, por favor— dijo Wonwoo y sonrió como un niño que recibe un dulce.

Minghao tomó las llaves de Wonwoo para no molestarlos al volver, se colocó frente al espejo de la entrada mientras acomodaba su gorro y su cabello.

— A ver, llorale a Mingyu a ver si reacciona— dijo mientras tanto.

El lobo de Wonwoo soltó un exageradamente triste lloriqueo, sólo para bromear, pero quedó sorprendido y se sintió mal cuando Mingyu alzó la vista con expresión preocupada y se quitó los tapones de sus oídos.

— ¿Pequeño? ¿Qué pasó? ¿Te duele algo?

Wonwoo alzó las cejas y sus mejillas se tiñeron de rojo con vergüenza, negó y se sintió algo raro al pensar en cómo había escuchado aquello.

Parado en la entrada, Minghao sonrió ampliamente y asintió, disfrutando de aquello.

— No, no— el rubio Omega negó—. Fue de mentiritas, lo siento— rió de forma temblorosa—. Hao va a una cafetería a traer algo para comer ahora, ¿Quieres algo?

— Oh... — Mingyu suspiró con algo de alivio, su corazón había empezado a latir muy fuerte cuando escuchó al lobo del Omega llorar, y tanto él como su propio lobo se habían puesto en alerta—. Un café negro— le dijo a Minghao con simpleza, mirándolo mientras sus dedos acariciaban el cabello de Wonwoo.

— ¿Cómo tu alma?

— Dijo café negro, no un yogurt de fresa— dijo Wonwoo, para molestar.

— ¿Es una clase de cumplido?— preguntó Mingyu con una risa.

Minghao rodó los ojos al ver que seguían hablando entre ellos y se fue de la casa en silencio pero con una sonrisa tonta al pensar en los dos.

— Wonnie— Mingyu se sentó a su lado, el Omega se levantó para estirarse y luego acurrucarse contra él— ¿Cómo te sientes, pequeño? ¿Cómo lo llevas?

Wonwoo se tomó un momento para pensarlo.

— Si estoy contigo no pienso en él... — murmuró—, y es triste.

— Pequeño, es difícil, lo sé, y sonará bastante feo decirlo... Pero tu vida es tuya y no se centra en él, puedes no pensar en él, y si de alguna manera te hace sentir un poco mejor, está más que bien, no tienes que estar triste todo el tiempo, no debes forzarte a ello, no es algo malo.

Wonwoo asintió levemente.

— Sabes, yo también he estado pensando mucho en alguien últimamente— dijo Mingyu, cambiando de tema—, pero no sé... La verdad nunca me interesó nadie de una manera así y no quiero desperdiciar mi vida sin decirle lo que siento, porque se puede ir en cualquier momento, ¿Sabes?

Compartieron una larga mirada y Wonwoo asintió, jugando con sus dedos con algo de nervios.

— ¿Y qué se te ocurre?

— Que por mí lo diría, pero tengo miedo.

Wonwoo rió y golpeó su brazo suavemente, Mingyu sonrió de forma incómoda, se estaba muriendo de nervios por dentro.

— ¿Miedo de qué? Dime, ¿Qué es lo peor que pueda pasar? ¿Que digo "Lo siento, pero no"? No te va a morder tampoco.

— Eh... Qué me rompa el poco corazón que tengo— dijo el pelinegro, respondiendo la pregunta del Omega.

— Oh, tu corazón es gigante, si ayudas a todos, Mingyu, eres exelente y maravilloso.

Mingyu sólo se ruborizó y razcó su mejilla con nervios.

— Anda, ¿Quieres practicar qué le dirías conmigo? — ofreció Wonwoo, con una sonrisa tonta.

El Beta se tomó un momento antes de suspirar con nervios, con ya sonrisa timida, habló por lo bajo:

— Hola, sé que ha sido poco tiempo desde que nos conocimos, y que quizás quede como un loco al decir esto, pero ¿Cuánto tiempo en verdad se necesita en el amor a primera vista? — rió con timidez y Wonwoo asintió para alentarlo a continuar—. Quería decirte que desde el primer momento me sentí extrañamente conectado a tí hasta un punto aún desconocido, pero que fue creciendo cada vez más y hemos pasado por mucho, muchas cosas extrañas y que me han confundido, a ambos en realidad, porque desde un principio compartimos emociones... Y e-en serio estoy alargando esto, quizás mucho, pero... Hay tantas cosas que quiero decirte, porque en serio eres tanto para mí en mi corazón — llevó una mano a su corazón, mirando al rubio, quien estaba boquiabierto y ruborizado por tantas cosas lindas—, único, especial, y maravilloso.

Wonwoo sonrió y asistió, en serio le estaba gustando ese discurso largo y bonito.

— Por eso, quería decirte que me gustas mucho, Wonwoo.

Las cejas del Omega se alzaron y sus ojitos lo miraron muy abiertos, su rostro tomó color y se terminó apartando del Beta, quien asintió, ahora sintiéndose mal.

— Mingyu, yo-

— No— lo detuvo el pelinegro, alzando su mano hacia él, pero evitando todo contacto visual—. No, está bien, ya quedé en bastante vergüenza, no tienes que decir nada, ¿Podríamos no hablar por un rato y luego hacer como que nada de esto pasó?

— ¿Qué? Min, ya, déjame hablar.

El enfermero se levantó del sillón grande para ir a sentarse en el individual que antes y volvía a tomar sus apuntes y buscando los tapones de los oídos en sus bolsillos.

— Mingyu— Wonwoo tomó su mano, deteniendo sus movimientos, aún así, el Beta no alzó la vista hacia él, estaba muy avergonzado y cansado—, no está mal, Min, no es incorrecto porque yo también... Me siento así.

Los ojos gatunos de Mingyu lo miraron de reojo, y se sintió un poco mejor.

— ¿Pero? — preguntó el Beta.

— Pero necesito tiempo— dijo el rubio—. No me siento listo aún, y quizás no lo esté nunca porque... No tengo mucho tiempo en realidad.

Mingyu asintió, comprendía su situación, aunque preferiría que todo fuera rotundamente diferente.

— Lo siento si te incomode— dijo el pelinegro, aunque Wonwoo negó—. Por cierto, mi examen es en dos días, y es en serio muy, muy importante, es toda mi carrera, y debo ir, es por la tarde, pero seguro vuelva de noche porque necesito saber la nota o si me llaman para corregir algo o tal y están muchas horas para corregir... Así que te quedarás con Minghao, lamento sonar como que lo estoy ordenando, es que no estoy pidiendo permiso porq-

— Ya, ya— Wonwoo le sonrió con amabilidad y dejó unas caricias en su mano—. Ya te pusiste nervioso, ¿No? — Mingyu asintió—. Ve por tu examen y termina tu carrera, yo estaré muy orgulloso de tí y te esperaré a que vuelvas con la comida que más te guste.

Mingyu sonrió por primera vez en todo el rato y asintió.

— Me gusta esa idea— dijo, asintiendo.

Our Last Days • meanieWo Geschichten leben. Entdecke jetzt