𝟐. Dear Ravenclaw [George Weasley]

𝟎𝟐. ¿𝐂𝐲𝐚𝐧 𝐇𝐢𝐫𝐨𝐬𝐚𝐤𝐢?

Todas las casas estaban situadas en la mesa correspondiente listos para empezar a comer tranquilamente para hablar con sus amigos o simplemente divagar sin que algún profesor moleste y pregunte cosas de su materia, era el momento perfecto para descansar de todo lo relacionado con el estudio y de Snape.

Algunas miradas estaban dirigidas hacía cierta azabache que hablaba hasta por los codos con justamente el profesor que menos querían ver, ella daba ligeros saltitos mientras hablaba de andar a saber de que pero cuando cada uno se separó yendo cada uno a su mesa, ella con su casa y Snape con los profesores. Muchos susurraban que tipo de relación tenían y George era uno de esos curiosos que buscaban información de donde sea sin importar si es un profesor, un alumno, un duende, un hipogrifo, lo que sea.

─No es nada extraño llevarse bien con un profesor, George ─explicó Lee.

─Y menos cuando se trata de un prefecto ─Angelina metió el tenedor a la boca mirando al gemelo joven─ tu deberías de saberlo al tener un hermano prefecto y una amiga de confianza que sabe del tema.

─Hablando de ella, no la vi después de la clase de Lockhart ─miro donde estaba Percy pero estaba con su grupo de amigos, ningún rastro de Emity. Unas manos se posicionaron en los hombros del que hablaba, volteó y vió a la susodicha mirándolo fijamente, él se movió dejándole un espacio para que se sentará en medio de los gemelos lo cual aceptó.

Ella miro hacía la mesa de Ravenclaw y suspiró aliviada.

─¿Qué sucede, Emity? ─preguntó Angelina volteando a donde miraba, también la vista de los gemelos se dirigió hacía aquel punto─ ¿Por qué miramos a Cyan Hirosaki?

─Estaba supervisando algo ─dijo─ no sean metiches.

Dejaron de mirarla. Ahora prestaban atención a su conversación y a lo que ingerían pero George estaba desorientado mirando el mismo punto fijo que anteriormente miraban aquellos cuatro jóvenes. Ella se reía sin fin junto a sus amigos de su casa y mellizo, no podía escucharla al estar dos mesas de distancia pero podía imaginársela como sería.

Su mirada seguía fija y al ver como ella volteó a verlo para dedicarle una sonrisa amplia.

─¿George? ¡George por un carajo! ─se quejó Emity golpeando su nuca con la palma de su mano recibiendo una queja de este─ ¿Nos estás escuchando?

El negó con la cabeza rascando su nuca con nerviosismo, le había dolido el golpe recibido por la rubia. Ella bufó con fastidio y escondió entre sus brazos su cara tratando de calmarse antes de que matara a alguien o a cierto pelirrojo. Una risa sonora se escuchó detrás de ellos, una bastante armoniosa para el oído de cualquiera.

─Ay Emi que poca paciencia tienes ─reía la azabache acariciando el lacio cabello de la chica haciéndole masajes en su cuero cabelludo y de esa forma calmarla─. Me la llevo un minuto, tengo que hablar con ella ─puso uno de los brazos de Emity alrededor de su cuello para poder levántala sin problemas.

─Adiós chicos ─se despidió Cyan con un movimiento de vaivén─ adiós George, después tenemos que hablar.

Cuando ambas chicas se fueron, todas las miradas estaban dirigidas en George con intriga. Angelina apoyo sus codos en la mesada y su cara se sostenía entre sus manos esperando a que George suelte lo que tenga que soltar, tenía que contar todo, ponerlos en contexto de que estaba pasando entre la Ravenclaw y él pero solo alzó los hombros restándole importancia algo que el tampoco estaba cumpliendo mucho, estaba ansioso por saber que tenía que decirle la chica.

─Cuéntanos todo Georgi ─canturreo Angelina esperando su respuesta─ ¿Qué se traen ustedes dos?

Lee le siguió el juego─ Cuéntanos como se conocieron, no es de todos los días salir con una de las chicas más codiciadas de Hogwarts ─los gemelos lo miraron con intriga─ ¿Qué? ¿No sabían que hay muchos detrás de ella y que la gran mayoría que se atrevió a declararse fueron rechazados? Que poco saben de la gente que convive aquí...