𝟐. Dear Ravenclaw [George Weasley]

𝟎𝟏. 𝐑𝐮𝐢𝐧𝐞𝐝 𝐩𝐥𝐚𝐧

𝐋as clases habían comenzado pero algunos alumnos seguían dando vueltas por los pasillos buscando sus salones o simplemente tratando de escapar de alguna asignatura específica como en el caso de George, él no soportaba herbología en lo más mínimo así que su única opción era saltarse la clase pero antes que nada tenía que dejar un par de libros de asignaturas anteriores que le había prestado Angelina en la sala de Gryffindor.

En el transcurso de la caminata se había chocado con un alumno, se confió de que ninguno estaría dando vueltas por ahí como él asique no prestó atención por donde caminaba. Miro al suelo y se encontró una azabache con túnica de la casa Ravenclaw, no podía ver su rostro ya que parte de su cabello le tapaba por la caída.

George extendió su mano otorgando su ayuda─ Lo siento, no te había visto.

La chica alzó la vista haciendo que el movimiento sacara la cortina de cabello que tenía cubriéndole el rostro. El chico se paralizó volviéndose todo el ambiente inexistente, no podía escuchar ningún sonido en especifico, no veía a la poca gente que pasaba por los pasillos, solo eran él y ella.

La muchacha aceptó la ayuda. Cuando ambos se miraban ella solo sonrió levemente en forma de agradecimiento

─No te disculpes porque tampoco miré a mi alrededor ─habló la muchacha con una gran sonrisa de oreja a oreja─, no siempre hay alumnos deambulando a estas horas. Soy Cyan Hirosaki.

─Lo sé, eres la Ravenclaw que fue seleccionada por prefecto a pesar de su corta edad y años en Hogwarts ─comentó soltando una pequeña risa, seguía agarrando su mano sin darse cuenta pero tampoco es como si quisiera soltarla, su calor era reconfortante─ Soy George Weasley, señorita prefecto.

Ella se río por el apodo cómico─ Lo sé, eres el chico bromista que siempre está junto a su hermano ─dijo entre risas Cyan, sabía perfectamente quién era él─. No pasas desapercibido, todos hablan de ti y sus bromas grandiosas... Solo ten cuidado, los profesores están al tanto de todos sus movimientos.

─Como dijiste, somos grandiosos así que sabemos cómo lidiar ese tipo de problemas ─agregó el gemelo Weasley soltando de mala gana la mano de la muchacha para así poder agacharse a la par de ella y agarrar los libros que se habían caído por el choque, sus dedos rozaron levemente sintiendo un pequeño choque eléctrico separando rápidamente la chica su mano─. Lamento lo sucedido de nuevo déjame recompensarte mi error.