•°• 20. EVIL.

682 103 20
                                    

•°•
Evie

—Regina, no es así. —Emma estaba preocupada por el comportamiento de mi madre, al igual que yo.

—No es Regina. —había escuchado tantas veces esa voz, que cuando hablo, supe de inmediato que era Rumpelstiltskin.

—¿Cómo que no es Regina? —se adelantó a preguntar Emma, mientras yo solo estaba al tanto de la conversación.

—Es la reina malvada… —respondió él con total tranquilidad. —Majestad. —esta vez me miro a mí. —es la corona.

—¿La corona? —pregunte, no entendía que tenía que ver la corona, con la reina malvada.

—Si, la corona regente. Adam, ha muerto, eso no debía pasar. —explicó caminando por el salón. —significa, que la corona se quebró más, es por eso que la magia empieza a salirse de control.

—¿Eso que quiere decir? —Emma frunció el ceño.

—Quiere decir Swan, que la reina malvada ahora está opacando a Regina. Cuando Adam murió, alteró el tiempo y espacio, pues él debía vivir, para iniciar una guerra que no duraría ya que Evie, debía recuperar la corona del fondo del mar, de este modo detendrían a Adam y Regina portaría la corona haciendo que esta, volviera a su estado normal. —nos dio la espalda por un momento.

—¿Y qué pasará ahora? —cuestione con algo de temor por la respuesta.

—La reina ira por la corona. —dijo directo. —eso no pueden permitirlo, por lo tanto, deben detenerla. Emma y tú, tienen suficiente poder para detenerla e ir por la corona. Evie, tendrás que recibir la corona de todo Auradon y Storybrooke mientras recuperan a Regina.

—¿Qué? ¿cómo que recibir la corona? —mire a Emma preocupada.

—Quiere decir, que tendrás que ser la reina regente de todo, mientras recuperamos a Regina. —me explico ella misma.

—No… no puedo, yo no puedo hacer eso. —negué varias veces con la cabeza.

—Si puedes. Naciste para ello Evie. —Emma froto con delicadeza mis hombros.

Suspire con pesadez, esto cada vez se ponía peor, primero Adam, luego las mentiras y ahora Regina.

—Emma te ayudará. —continuó hablando él. —entre ambas pueden detener a la reina malvada y…

Las puertas sonaron con un fuerte estruendo abriéndose de par en par y dejando entrar una niebla blanca que causaba escalofríos. No logre ver casi nada, hasta que de a poco, una silueta que se me hizo conocida, empezó a dejarse ver.

Emma corrió a mi lado dejándome atrás suyo y cuando la niebla de esparció por completo, la vimos. Era mi madre, traía un traje totalmente diferente a los que ya le había visto, vestía con un traje de cuero negro y brillante, no niego que se le veía bien, pero al tiempo sabía que eso no significaba nada bueno.

—Vaya, no pensé volver a verte Rumpelstiltskin. —hablo quitándose los guantes que al igual que su traje eran de cuero. —pensé que ya no tenías asuntos pendientes.

Quedamos todos en silencio, solo mirándonos unos a otros.

—Swan, no pensé verte por aquí tampoco. —camino por el salón retumbando los tacones. —sé que quieren detenerme, pero no van a poder hacer tal cosa.

Mirror, mirror: El otro lado de la isla || © Where stories live. Discover now