Capitulo 40

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FRANCESCA AMATOS.

Todo a mi alrededor es oscuridad y silencio, mi corazón se acelera demasiado, mis piernas duelen y cada vez respiro menos, pero aún así no puedo dejar de correr... mi cuerpo adolorido me pide que me detenga y lo intento pero no puedo solo sigo corriendo sin rumbo... siento tres disparos y mi cuerpo se detiene automáticamente, el silencio se desvanece y solo se oyen gritos.

Miro para todos lados hasta que veo una luz brillante a unos metros de mi, entonces la veo... es ella, mi pecho se oprime a tal punto que me cuesta respirar más que antes y mi cuerpo tiembla. Corro hacia ella desesperada, me tiende la mano mientras que me sonríe, pero por más que corro rápido es como si con cada paso que doy ella se aleja aún más.

De pronto veo a alguien de espaldas, esta frente a ella apuntándole con un arma, mis piernas arden y mi cuerpo esta muy agotado y adolorido, pero no impide que siga corriendo tratando de alcanzarla y salvarla... hasta que escucho otros tres disparos y me detengo en seco cayendo de rodillas al suelo, ahí está ella... en el suelo, llena de sangre y sin vida, mirandome con lagrimas en los ojos.

- perdóname...- dice en un susurro.

Su cuerpo comienza a desvanecerse al igual que aquella luz que la alumbraba, intento levantarme para alcanzarla, pero es como si mis rodillas estuvieran clavadas al suelo... quiero salvarla, quiero que me diga la verdad y no me abandone, pero aquella luz desaparece por completo...

-¡¡¡NO!!! - grito fuertemente, sentándome en la cama.

Mi corazón late desenfrenado y mi cuerpo esta todo sudado, miro alrededor y veo la habitación del hotel... solo fue una pesadilla, la misma de todas las noches, acaricio mi pecho tratando que el dolor que siento se alivie un poco.

Pensé que con los años me acostumbraría, pero me siento igual que la primera vez que tuve esta pesadilla que con el pasar los años sigue siendo la misma todas las noches, el mismo tormento y el mismo dolor.

Miro la hora en mi teléfono y es demasiado temprano, todavía ni ha comenzado a amanecer, me acuesto de nuevo abrazando una almohada y cierro los ojos tratando de volver a dormirme, si sigo despierta se que mi cabeza volverá a aquel día, y no quiero recordar u pensar en aquellas cosas, pero en estas fechas es inevitable. Prefiero verla en mis sueños tratando de llegar a ella a que pensar en mi pasado, lo único bueno de ese sueño, es su rostro dedicándome una última sonrisa.
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Abro los ojos debido a los rayos de sol que se filtran por el gran ventanal del hotel, miro la hora y justo comienza a sonar el despertador, suspiro apagándolo y me levanto yendo directo al baño.

Necesito dormir en mi propia cama y anoche debí haber ido a dormir a la mansión, pero no quería ver a Sofía ni a esa horrible decoración navideña que quería hacer, prefiero evitar mi dolor de cabeza y ahorrarles a todo mi mal humor, que si bien estos días ha sido muy malo con eso seria mucho peor.

Al rededor de una hora ya estaba arreglada con mi típico traje negro, tome mi maletín y salí del hotel, en la entrada ya me esperaba Adriano con la puerta del auto abierta.

- Buongiorno signora Amatos.
(Buenos días señora Amatos) - saludó Adriano y entré al auto.

El entro por la otra puerta y me entrego la computadora, mientras que el chófer encendía el auto.

- ¿Qué tengo para hoy? - pregunte encendió la computadora.

- Tiene cuatro reuniones con algunos gerentes de sus propiedades y por la noche tiene la reunión con el señor Volkov- lo mire sin entender.- el señor me pidió una cita ya que quiere expandir su nuevo negocio en territorio Europeo.

- Al parecer ese tipo no acepta un "No" por respuesta.

- Según el, trae una nueva propuesta que le será muy tentadora.

-No me interesa la trata de niños- digo fuerte.- el puede hacer lo que quiera en su territorio, pero en el mio no voy a permitir esa abominación.

-Señora, varios jefes italianos han estado de acuerdo y el señor Volkov es un jefe muy peligroso en Rusia, si tiene algunos socios nuestros de su lado lo hace importante en nuestro territorio tambien- niego con la cabeza- lo tomarían como que usted se revela a ellos y una insinuación a una guerra.

-Si ese pedifilo y proxeneta no acepta un no por respuesta es su maldito problema, al igual que si toma mi decisión como acto de guerra y si esos malditos jefes italianos se atreven a estar de su lado y venderse, van a conocer lo que es tener guerra con la mafiosa y asesina más peligrosa de Italia.

Cierro la computadora y la tiro al asiento enojada.

Volkov es el jefe del territorio Ruso, un asesino peligroso y un mafioso muy hábil para los negocios, pero solo en su territorio, porque en Europa yo mando y el simple hecho de que una mujer sea dueña de un territorio les parece desagradable, pero los italianos no tienen los cojones suficientes para revelarse contra a mi, pero el ruso si los tiene.

Si dejo que instale sus negocios en mi área eso debilitará mis negocios y mi posición ya que luego querrá mi puesto y eso también seria guerra, acceda o no será guerra de todas formas. Si bien el tiene habilidad, no podrá vencerme, tengo algo que el no y eso es poder y respeto, que tipo más caprichoso... es capaz de meterse en la boca del lobo solo por expandir su asqueroso negocio.

- Lombardi esta influyendo para que el ruso te destruya si no accedes.- soltó Adriano y me rio bajo.

- Es obvio ya que el nunca podrá enfrentarse con alguien mucho mas poderosa que el, pero se olvida que si sigue respirando y teniendo influencia en esta profesión es solo por que respeto el pacto que hizo tu padre, Adriano.- me mira serio.

-Cambio di programma, vai alla villa.
(Cambios de planes, vaya a la mansión- le digo al chófer.

Ese tipo desata el infierno que hay en mi interior, lo único que quiero es matarlo con mis propias manos y ver como me suplica por su miserable vida antes.

Cuando recuerdo mi pasado el es parte de el, una parte de mi que quiero eliminar, me vuelvo irreconocible cuando recuerdo todo u si solo escucho ese maldito apellido.

Quiero verla, quiero ver a mi rubia, ella es la única que me hace olvidar lo que soy u lo que fui, con ella soy diferente tanto que hay veces que no llego a reconocerme y me asusto, y me obligó a ser la de siempre por lo que la mayoría de las veces acabo tratándolo mal haciendo que me odie aún mas a mi misma.

Mi bella rubia....
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Espero que les haya gustado este capitulo... se vienen cosas interesantes.

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