« 𝐏𝖺𝗋𝗍𝖾 𝟢𝟣𝟣. [ fav ]

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“ Tú eres una aventura, cuando te desnudas. ”


Tomaron un atajo que los llevaba a más ni menos que los baños mixtos que habían inaugurado hace poco de un mes en el instituto.

Pues claro, había una mayoría de personas que lo exigieron y protestaron por aquel baño por lo qué al director superior no le tocó más que colocarlo. Pero la castaña jamás había entrado en ese lugar, aún así, parecía que el mayor si había estado allí antes y ella no podía evitar sentir curiosidad de como podía arrastrarla allí sin sentir pena o vergüenza ante todas las personas que los vieran entrar juntos.

Pero el pelinegro no parecía interesado en quien podría o no verlo.

Abrió la puerta del baño y arrojó a la menor dentro de él, la castaña se sostuvo del brazo del mayor, el cual nunca soltó consiguiendo una mirada sobre ella que hizo pensar reiteradamente si debía sostener la chaqueta que llevaba encima de esa manera, por lo que acomodó su postura y soltó al pelinegro alejándose de él eventualmente.

El pelinegro cerró la puerta y le colocó seguro para después girarse hacia la castaña, que de un momento a otro se había subido al lavamanos mientras movía sus piernas de delante hacia atrás, como si estuviese esperando algo.

Ya me trajiste aquí, ¿De qué quieres hablar?

El pelinegro no respondió a la pregunta de la castaña, en cambio observó fijamente el cuello de ésta, logrando divisar una pequeña parte de algo rojizo que se asomaba en el cuello de esta y que eventualmente le recorría hacia abajo. Claramente podía hacerse una idea de que ocultaba y podía corroborar porque ese mismo día, Hee Seung había llegado tarde a su departamento y nada de eso podía ser solo pura coincidencia.

 Claramente podía hacerse una idea de que ocultaba y podía corroborar porque ese mismo día, Hee Seung había llegado tarde a su departamento y nada de eso podía ser solo pura coincidencia

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Aquel día en el que la castaña y el peliazul verdoso se encontraba en su casa, el pelinegro había ido al departamento de su mejor amigo buscando pasar el rato con él. Antes de siquiera poder entrar, lo detuvo el encargado de la seguridad para corroborar su identidad, tuvo que bajar la ventana polarizada del auto para dejar ver su rostro y su cabello ya pintado, este señor lo reconoció de inmediato y lo dejó pasar sin pensarlo. El pelinegro había comprado un poco de alcohol, así que bajó las dos bolsas luego de haber parqueado bien el auto en el sótano subterráneo.

Subió por el ascensor que lo llevo al séptimo piso en el conjunto residencial en el que vivía su mejor amigo, dejó las bebidas en el suelo y levantó la tapa que cubría el seguro electrónico. Insertó la clave y abrió la puerta con facilidad, tomando la bolsa una vez más y deteniéndose en la entrada para quitarse las botas y cambiarlas por unas pantuflas negras.

¡Hee Seung! ¡Estoy aquí!

Se encamino hacia la cocina que estaba a simple vista cuando entraba al departamento del mayor y dejó las bolsas en el mesón de esta, dejando las llaves de su auto y de paso quitándose la chaqueta que ahora le incomodaba demasiado. Notó que la calefacción estaba un poco alta de temperatura, por lo que claramente estaba haciendo calor. Se dirigió al tablero que estaba cerca de la puerta y subió la tapa, cambiandolo así a la temperatura adecuada para el lugar.

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