✨Omegaverse Fenbill✨
Fenrir Greyback, apodado «El lobo infernal», es un alfa pura sangre perteneciente a la organización criminal más importante de Inglaterra. Despiadado y mortífero, no conoce la misericordia ni el perdón. Pero todo cambiará cuando...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
~•~
Nota recordatoria;
🔸Superboss (Boss); Jefe de todos los jefes. En mi historia se simplifica con el título de Boss porque los cabezas de las veintiocho familias no tienen tanto poder como para considerarse capo/Boss.
🔸Capo/Mortífago; Son los jefes/cabezas de familia, y máximos representantes que comprenden el cónclave: la cúspide de la organización.
🔸Lieutenant; Teniente. Conocido comúnmente como ranflero.
🔸 Concileur; Consejero del Boss.
🔸Lawyer; Abogado y diplomático.
🔸Financial; Contable.
🔸Bully; encargados del trabajo sucio, matones.
🔸Number; sicarios a las órdenes directas del Boss.
~•~
—Todo irá bien.
Bill entornó su mirada cargada de desconfianza y temor y la dirigió a Fenrir. Ambos se encontraban frente a las dobles puertas de roble, detrás de ellas, sentados en la gran mesa ovalada del gran salón de Malfoy Manor, esperaban las veintiocho cabezas de la organización y un tatuador.
—Me siento entre la espada y la pared.
—No lo veas así, omega —Abrazó cariñoso ese cuerpo flojo que temblaba sutilmente—, es otra forma de vivir, te acostumbrarás.
—Sí...
Le correspondió el abrazo rebujándose dentro de ese manto floral de matices frescos que envolvía protector su piel erizada. Restregó la nariz por su pecho amplio e inspiró drogado sus feromonas, al mismo tiempo notó la mano del alfa acudir a su largo cabello para acariciarlo dulcemente. Sentir sus corazones acompasados le tranquilizó un poco y empezó a respirar más aliviado después de unos segundos. Su alfa ya mostraba un corte de pelo decente en su forma y longitud, él se había arreglado para la ocasión con pantalones vaqueros, camisa blanca y chaleco, su pecho adornado con el colgante de ojo de tigre y su oreja con el pendiente de colmillo; ambos obsequios del cortejo de Fenrir. El cabello lo tenía recogido en una coleta baja entretejido de múltiples trenzas, no portaba más perfume que el sándalo de fondo dulce y el azahar cubierto por el rocío de la mañana. Sus aromas casaron en un torbellino primaveral de sensaciones místicas, ligadas por el fuerte sentimiento de amor, al igual que en ese momento, abrazándose intensamente y mirándose a los ojos. Solo se oía un corazón, solo se respiraba un perfume, nada más que el sonido tenue de una respiración lenta y pausada. De haber un ciego como testigo, juraría que ahí había una única persona.
—Te quiero mucho.
Un instante después de que Bill despegara los labios para contestar, el lacayo abrió las puertas indicándoles que el momento había llegado. Se separaron con reticencia y miraron desde el umbral todas las caras dirigidas a ellos, que les observaban entre curiosas y desconfiadas. Se colocaron hombro con hombro y entraron caminando al unísono, el silencio denso, únicamente roto por el sonido de los pasos seguros y marcados del Lieutenant y el Olieutenant. Bill repasó mentalmente todo lo que Blaise le había enseñado en escasos días.
