Spreen... un alfa dominante, un chico mimado, revelde, atractivo, guapo, irresponsable y desmadroso, lleno de lujos y comodidades en su vida, hijo único de Vegetta y Rubius de Luque.
Roier..... un omega, un chico amigable y carismático, amigo de tod...
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Era un sábado por la mañana....o bueno, casi tarde.
12:30 pm, esa hora marcaba el reloj de pared en la sala de la casa de Roier.
ElMariana se encontraba observando el reloj, como si esperaba impaciente algo o alguien en todo ese momento.
Su esposo Slime no podría ser, él se había ido a trabajar desde la mañana y aunque Mariana descansaba ese día, se levantó temprano para hacerle el desayuno a su esposo para después despedirlo con un beso, luego a empezar a limpiar su hogar, lavar la ropa aprovechando el sol y hacer la comida del día para al final descansar un poco.
Pero había algo que no le cuadraba en el inventario del día, y si, eso que le faltana era el tripon.
JuanaFlippa se despertaba todos los fines de semana a las 9 am, facilitandole así la tarea de despertarla.
Con Roier bueno, casi no dormía.
Cuando eran fines de semana Roier era el primero en estar despierto aproximadamente a las 6 am, aunque al principio se le hacía extraño pronto se volvió rutinario. Pero claro, para la escuela siempre se hacía pendejo en su cuarto y llegaba tarde.
Mariana con todas las cosas que tenía que hacer ese día en casa no notó la ausencia del omega en la planta baja de la casa y bueno, viendo que ya eran casi la 1 pm se le hizo más que raro, poniendolo asustado y preocupado.
Y como si estuviera manifestando, la silueta de Roier empezaba a hacerse presente al bajar las escaleras, con la cara ya no tan pálida como cada mañana pero con el cabello desordenado.
Por inercia Mariana se levantó del sofá, esperando a que el chico terminara de hacer acto de presencia en dicha sala.
-Se puede saber Rogelio ¿por qué a esta hora te estás levantando?- soltó Mariana algo molesto con los brazos cruzando- Ya te perdiste el desayuno chamaco mion.
-Perdón apa, es que no vi la hora- respondió el omega mientras bostezaba y tallaba su ojo con la mano- Pero fue la mejor dormidita que me e dado en mi pinche vida.
-¿Dónde está tu amigo el bélico?
-Ahorita viene, se anda cambiando de ropa.
-¿Le diste otra mudada de ropa de tu papá?- preguntó el beta intrigado, Slime solía tener poca ropa, repetía la misma prenda casi toda la semana y siempre se negaba a que le compraran ropa nueva, él decía que su prioridad era mantener y concentir a su família olvidándose de sus propias necesidades.
-No apa, le di una camiseta mía, le quedó algo ajustada pero al menos se siente cómodo- dijo Roier mienstras una sonrisa se formaba en su rostro.
Mariana obviamente notó esa reacción en su hijo, pocas veces Roier sonrie de manera voluntaria, la mayoría de las veces él le dedicaba sonrisas falsas y sin muchas ganas, no es que Roier no le guste estar con ellos, al contrario amaba cada momento, simplemente él no se sentía merecedor del cariño y la amabilidad de sus padres adoptivos.
