- Sí. Es justamente por la descendencia de mi padre. Y no me extrañaría nada que ese protector literalmente fuera él, que no tenía un origen muy claro, y pereció antes de que pudiera saber algo sobre él.- carraspeó.- Sea como fuere, el catalizador para despertar esa parte de mí fueron los frutos del árbol que se describe en la crónica... Se llaman ambrosía...- movió la fruta.- Este es el alimento de estos protectores... Es tóxico para los mortales, por eso, si no hubiera tenido la descendencia de, teóricamente, mi padre, hubiera muerto en el acto. Ese protector me llevó con él porque quería preguntarme sobre mis orígenes.
- ¿No era una mujer?- preguntó Álex.
- Esa es la parte divertida de la isla, espera a que llegue ahí...- dijo con una sonrisa ladeada.- Al separarnos, me llevaron a uno de los rincones de la isla donde ellos habitan normalmente. Hay un palacio en la zona central de la isla, y a las afueras tienen un porche circular de reuniones en medio del claro... Como una terraza para tomar el té, pero en realidad ahí discuten temas de importancia, en ese caso, todos estaban reunidos para interrogarme.
- ¿Ahí fue cuando viste a los siete?
- Dije que actualmente son cinco...- contraatacó.- Mi ancestro tenía el pelo rojo, y después está la que en teoría tenía el pelo rosa, pero murió cuando el tío de la crónica estuvo aquí... No sé cuándo fue, pero la muerte de una de las integrantes provocó que enviaran a ese hombre de vuelta en ese estado como amenaza para que no volveríamos a pisar este lugar.
- ¿Qué hay del fruto?
- No sé dónde está, pero sí tengo que decir que derrotarlos es imposible... Ni siquiera teniéndome a vuestro lado tenemos una mísera oportunidad... Ellos saben el punto débil, y pueden matarme si quieren... Recomiendo que dado a la peligrosidad de la misión, volvamos con las manos vacías y le expliquemos todo lo que hay aquí... Desde los gigantes, hasta los insectos, hasta esos protectores...
- No puedes acobardarte solo por eso.
- Álex...- susurró William con un tono de voz un poco gutural.- Esos protectores tienen la fuerza de veinte ejércitos, la peligrosidad de cincuenta héroes olímpicos y nuestros recursos son limitados... Robert y los otros cuatro no van a permitir que nos acerquemos al fruto.
- ¿Quién es Robert?
- El de pelo azul.
- ¿No era una mujer?- volvió a preguntar.
William hizo silencio durante un par de segundos, recordando que no había explicado aquella parte.
- Pueden transformarse a voluntad, son como las flores... Tienen la doble entidad en sus cuerpos y dependiendo de las circunstancias pueden amoldarse a un físico u otro...- explicó con un tono de voz tranquilo, recordando la explicación que Robert le había dicho.- Y si el de pelo azul os dio miedo... No quieran saber cómo son el rubio y el de pelo morado... Uno tiene una presencia intimidante, el otro literalmente ES intimidante a pesar de que no tiene mucha estatura que digamos... Pero solo con su presencia y su mirada puede hacerte temblar... Puso a temblar al rubio y la peliazul.
- ¿Qué hay de los otros?
- La de pelo verde no parece ser muy afán de los combates, y el de pelo naranja parece fuerte, pero no tanto como los otros tres. La escala de poder sería: verde, naranja, azul, rubio y morado... Según las apariencias...
- En realidad... Soy más fuerte que mi hermano...- una voz femenina surgió de la oscuridad y provocó un enorme escalofrío en todos los presentes.
- ¡La atrajiste hasta nosotros, imbécil!- recriminó Alexandra mirando a William.
- Somos conscientes de vuestra posición en todo momento...- sus manos se encontraban a su espalda, su escote era prominente, su mirada neutral, pero había cierto pacifismo, no parecía ir a pelear a no ser que fuera para defenderse...- No os seguí por él, de hecho, os estamos controlando desde que superasteis la zona de los gigantes que merodean por toda la zona exterior de la isla... Igual que a los otros dos que siguen vivos...
- ¿Qué vienes a hacer?- el tono de voz de Alex era considerablemente amenazador- ¿Matarnos?
- De hecho, solo informar...- continuaba con las manos a la espalda, cada vez tenía más claro que cuando no tenía intenciones de atacar, escondía sus manos.- Tiene razón cuando dice que podemos matar en un parpadeo... Después de todo, ustedes son intrusos en nuestro hogar, es nuestro derecho defendernos. ¿Quieren robarnos y pretenden que no hagamos nada para impedirlo?
- Tiene razón en gran parte de sus argumentos.
- Se supone que estás con nosotros, Will...- el azabache se encogió de hombros.
- Esto es una completa pérdida de tiempo.- una nueva voz intrusa se dejó escuchar en la cueva, con una resonancia amenazante.- Ahorcalos hasta que acepten lo que decimos.
- Para ti todo es una pérdida de tiempo... Ryan...- murmuró con cierto sarcasmo la de pelo azul.- Pero de vez en cuando deberías ser cordial...- a diferencia de ella, el pelinaranja tenía una postura defensiva y cubría su torso cruzado de brazos.
- No necesito ser cordial con alguien que tiene en mente matarme.
La de ojos azules rodó sus bellos orbes. Observó minuciosamente los ojos de los tres humanos, observó a William.
- Will me dijo que podían regresar con las manos vacías e informar de la peligrosidad de esta isla.
- No vamos a hacer eso.
Vieron al de cabellos rizados moverse, pero la mujer tuvo una reacción mucho más rápida. Por acto reflejo ella puso una mano en el centro de su pecho y lo empujó hacia atrás. Keenan tuvo una gran reacción en ese momento y del susto, pues el cuerpo de aquel protector se había lanzado (o al menos lo intentó) contra él.
- Ya ven como están las cosas... si lo suelto te ahorcará, tú mismo...- Alexandra agarró la katana y les apuntó.
- ¡Fuera!
- ¿Crees que eso nos intimida?- alzó una ceja lentamente.
- Vais a hacer que venga el de peli morado...- susurró en bajo el azabache de puntas rojas.
William se fijó en ese momento que tanto la espada, como la daga se encontraban al lado contrario del castaño. Este le tendió la daga en silencio y con disimulo, William la volvió a ocultar en su faja y miró por encima del hombro de los dos protectores.
- Retrocede...
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*suena una alarma de emergencia*
JAHSJHDAKDA
Okay no. Pero sí se vienen problemas qwq
Y problemas gordos :'3
Aquí las opiniones --------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1087 Palabras]
DU LIEST GERADE
56.- El Oasis de la Vida Eterna (crossover Jigokuraku)
FantasyEran condenados a muerte. Tampoco había nadie que se preocupara por ellos si tan solo eran un montón de criminales. De todas maneras iban a ser ejecutados si no cumplían con su cometido, lo cual tal vez les daría una carta de indemnización para todo...