De todas maneras, tenía que admitir que los frutos de aquella isla tenían sabores que nunca antes había probado, el dulzor de la ambrosía, la suavidad de la textura, el fresco líquido acuoso, tenía que admitir que echaría de menos el sabor de aquella fruta cuando volvieran a casa.
- ¿Qué tan fuerte es la armada de ese rey?- preguntó el peliazul recorriendo el fino camino de las ramas del árbol de la ambrosía. Se agachó a su lado, hincado, abrazando sus piernas, en una posición semifetal.
- Si soy sincero, no tengo ni idea...- admitió.- Estuve en la corte para el juicio y una pequeña parte del ejército estaba presente...
- ¿Juicio?
- Antes de que Gilbert fuera sentenciado a muerte, al que iban a matar era a mí... Porque se me había incriminado por el abuso del chico que se suicidó... El juicio fue irregular, e intentaron matarme antes de que el monarca supiera que había sido ejecutado, pero por suerte, un chivatazo, no sé de quién, hizo que uno de los generales del monarca se presentara en la ejecución...
- No habrías muerto...
- Mis heridas no se curaban hasta que no probé esto por primera vez. De hecho, tenía una herida profunda en el vientre y cuando mordí la fruta se restableció.- balanceó un poco las piernas, giró la cabeza hacia el peliazul.- Hubiera muerto.
- Ahora no... a no ser que la esencia de la isla se anule. En ese caso, recomiendo que no te vayas...
- Quiero volver con mi madre...- respondió.- Puede sonar ilógico para alguien que ha nacido aquí, tal vez...- movió los ojos hacia el suelo.- Pero no me importa que mis heridas no se curen...- negó con la cabeza.- ¿Por qué preguntaste lo de la fuerza armada?
- Había pensado en ir a negociar cara a cara para que no envíen a sus soldados más entrenados y que podrían defenderlo de un ataque ajeno eficientemente, a la muerte de forma innecesaria.- descolgó las piernas y también las dejó colgando.
- ¿Puedes salir de la isla?
- Tú padre lo hizo.
- Pero tampoco tenía otra alternativa... Quiero decir, fue considerado un traidor...
- Bueno...- se encogió de hombros.- Soy consciente de que mi hermano se negará a que me ponga en un riesgo innecesario, pero realmente matar a humanos de forma innecesaria porque las tropas y su armamento sea ridículamente débiles es... valga la redundancia... innecesario.
- No sé cómo se lo tomarán... Puede que lo tomen como un acto hostil...
- No hay otra forma de hacer esa negociación... Aunque, en cierta parte ya es peligroso para mí, quedar vulnerable y despojado de mi ambiente para poder ir a hablar con el monarca de un reino que quiere invadir mi hogar y robar nuestros recursos...
William se lo quedó mirando fijamente.
- No pensé que pudieras llegar a ese nivel de sarcasmo...- Robert dibujó una sonrisa en sus labios y se inclinó hacia delante para bajar de un salto del árbol, aterrizando como un felino, de pie, y sin flexión de sus piernas, había sido un aterrizaje limpio.
- Me tienes bastante mal estimado- dijo alzando la voz un poco, el moreno rodó los ojos y se enderezó y levantó para bajar caminando entre las sinuosas ramas del árbol.
- Te creía más serio.- se encogió de hombros.
- Cada uno tiene sus momentos...- sonrió.- Avisaré a los demás, en un rato regreso.
William asintió con la cabeza. E inmediatamente se quedó a solas al pie del árbol de la ambrosía. Echó un ojo a la corteza y las ramas, a las flores y a los frutos y se tomó un momento para dejar la mente en blanco... solo quedaban unos días para volver a casa...
No podía evitar perder sus pensamientos en las posibilidades de entrar en guerra contra la isla solo para conseguir a la fuerza el fruto. No le gustaba ese futuro posible, sobre todo teniendo en cuenta la demencia que tenía el monarca, y lo había demostrado...
Se sobresaltó al darse cuenta de la presencia de Yorg a su espalda, con un aura intimidante, retrocedió un par de pasos, sintiéndose repentinamente inseguro.
- No me gustan las confianzas que está tomando mi hermano contigo.- William encarnó las cejas, tragó saliva al ver cómo las venas se marcaban en sus brazos y cuello.- Y aunque fue el primero en nacer de los dos, eso no me quita derecho a preocuparme por su bienestar.- William tragó saliva con temor.- Lo cambiaste. Por eso quiere irse de la isla contigo.
- No he sido yo quien lo ha incentivado a querer negociar con el monarca.
- Ha sido tu presencia.
- No puedes echarme la culpa de las decisiones de tu hermano. Y tampoco por las de mi padre.
Las venas que se marcaban en el cuerpo del rubio se acentuaron más todavía, William se puso en guardia y tragó saliva lentamente, sabiendo que después de eso, posiblemente, llegase el golpe. Pero ese golpe nunca llegó, aunque se preparó, agarrando el borde de la katana y preparándose para el ataque. El golpe fue interceptado con un golpe seco como si hubiera golpeado un muro de contención, este ni siquiera vaciló, ni se desplazó un centímetro, de hecho, solo lanzó una mirada fija y decepcionada al rubio, quien alzó las dos cejas en shock. Retrocedió un par de pasos.
- Bert...- susurró en bajo.
- No pensé que odiases tanto a Will.- Bert movió el brazo que había recibido el impacto para recuperar la tensión y la sensibilidad en su extremidad, había apretado tanto sus músculos para recibir el impacto que se sentía entumecido, casi incluso había perdido la movilidad.- Eso iba directo a su estómago...- Yorg desvió la cabeza de inmediato, frunciendo el ceño ligeramente.- Iré a hablar con el monarca humano, te guste o no.
- ¿Y si te matan, qué? Pudieron matar a Guillermo, pueden matarte a ti.
- ¿Acaso no confías en mis habilidades de pelea? ¿Ni en mi diplomacia?
- En quien no confío es en esos malditos humanos.- Robert soltó un largo suspiro y rodó los ojos.
- Yorg, por favor...- no era una súplica, era sarcasmo.- Puedo cuidarme de ellos, iré, les convenceré de que ir a la isla implica que van a morir, y volveré.
Yorg bufó pesadamente, derrotado
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Se acerca el punto de inflexión de la historia.
yyyyyyy...
Seguramente más de uno se me quejará porque no paro de decir que pueden cambiar, pero solo Berta lo hace, literalmente...
Tranquilooooooooos...
Ya llegará el momento... >:3
Aquí las opiniones --------------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1093 Palabras]
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56.- El Oasis de la Vida Eterna (crossover Jigokuraku)
FantasyEran condenados a muerte. Tampoco había nadie que se preocupara por ellos si tan solo eran un montón de criminales. De todas maneras iban a ser ejecutados si no cumplían con su cometido, lo cual tal vez les daría una carta de indemnización para todo...