Capítulo 11: ¿Sanando?

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Al día siguiente ya se encontraba la pareja en el Viñedo, Adelinde los recibió con un cálido abrazo y agradeció que ambos estuvieran vivos, para celebrar dijo que les haría una deliciosa cena y fue a la cocina para comenzar a prepararla.

Por otro lado, Kaeya quería tener un momento de privacidad, pero a dónde sea que fuera Diluc estaba con él, en cierta parte agradecía no dejarlo solo, pero sentía que tenía que desahogarse de alguna manera.

- ¿Jugamos una partida de duelo de invocadores? - Preguntó Diluc tratando de mantener la mente de Kaeya ocupada.

- Está bien - Dijo tomando asiento y ambos estuvieron durante un rato jugando.

Diluc agradecía enormemente que las cosas estaban llendo bien, estaba algo preocupado de cómo reaccionaría su pareja cuando despertará, pero al parecer Kaeya es mucho más fuerte de lo que pensó.

Pronto fue hora de la cena, ambos comían en silencio, llegó un punto en el que Diluc ya no pudo comer más, se sentía cansado y supuso que Kaeya también lo estaría, así que recogió los planos y fue a la cocina.

- Ve a la habitación cariño, iré en un momento - Le dijo al peliazul y Kaeya rápidamente fue al dormitorio, no sin antes haber pasado por el baño a devolver lo que había comido.

No lo hacía a propósito, realmente quería comer, pero por alguna razón su estómago no procesaba los alimentos y los acababa devolviendo.

No tuvo más opción que limpiar todo y esperar a su pareja quien no tardó en llegar, ambos se acostaron en la cama a descansar, aún era temprano pero los dos estaban muy cansados.

- ¿No irás a la taberna? - Preguntó Kaeya mirando el techo, sus brazos inconscientemente estaban alrededor de su vientre.

- Me tomaré unas vacaciones, quiero quedarme contigo -

- Si tienes cosas pendientes puedes hacerlas, no necesitas estar todo el tiempo conmigo -

- Estoy contigo porque quiero y lo necesito - Dijo acercándose para abrazarlo - No volveré a separarme de ti.

Kaeya sonrió y se acercó para dejar un pequeño beso en los labios del mayor, quería transmitirle seguridad, apoyo, fortaleza...

Aunque él estuviera roto por dentro.

- Lo que sucedió... Tratemos de olvidarlo, no vale la pena - Dijo el omega apretando los puños debajo de la cobija - ... Y sobre... E-El bebé, quizá no era el momento... Podemos volverlo a intentar.

- Te amo Kaeya, eres increíble - Está vez fue Diluc quien inició el beso y se separaron luego de unos segundos por falta de aire - Lamento todo lo que pasaste, debí haberlo evitado, si hubiera sido más fuerte podría...

- Shh.. - El menor puso un dedo en los labios del alfa y le acarició el rostro suavemente - No tuviste la culpa, eres el mejor alfa del mundo, no tienes por qué arrepentirte.

- Gracias cariño - Sonrió Diluc liberando feromonas de felicidad, Kaeya era el apoyo que necesitaba en estos momentos y agradecía su fortaleza para seguir adelante.

Pero la realidad era que Kaeya poco a poco se iba desmoronando, se sentía como un volcán a punto de estallar, pero debía ser fuerte, alguno de los dos debía serlo, y Kaeya sintió que debía serlo él.

Fue su padre quien inició todo.

Fue su decisión el traicionar a Khaenri'ah por beneficio propio.

Quizá lo mejor hubiera sido decir la verdad desde un inicio, así se habría evitado quizá la muerte de Crepus, o quizá hubieran ideado un plan para detener a la orden del abismo.

Saliendo del abismo (DilucxKaeya)Where stories live. Discover now