𝐌𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐃ʰᵖˣᵖʲᵒ

04

𝐹𝑜𝑢𝑟

Nueva York era donde quría vivir.

Llena de gente, repleta hasta el tope, autos y ruidos, edificios tan altos que te sentías diminuto. No lo conocía todo, era una ciudad enorme y puesto que
siempre tenia que ir directo al campamento, pero, aunque, en ocasiones Alex y Rory me llevaban a la ciudad, me llevaban/nos escapabamos. No conocía cada metro cuadrado del lugar, pero de algo estaba segura, era que Nueva York era mi lugar.

Camine un rato. Necesitaba un callejón para así llamar a las moiras y que estas me llevaran posteriormente en su peculiar taxi a mi hogar. Aunque seguramente nadie la notaria, la niebla y el hecho de que todos estaban en su propio mundo, hacia que nadie me prestara atención. Vacié mis bolsillos contaba con 30 dólares, chicles de hierbabuena, un anillo que creía perdido y algunos dracmas para pagarles a esas brujas.

Lo sé mal uso de la palabra.

Después de 10 minutos caminando entre a un McDonald, moría de hambre, además la hora del almuerzo ya debió haber pasado en el campamento.

Después de pedir una hamburguesa de queso me senté cerca a la puerta. Estaba dándole un sorbo a mi Coca-Cola cuando vi una cabellera negra, una cabellera que estaba segura de que ya la había visto. Tenia razón, ahí estaba a tres mesas de mi comiendo una papas fritas, aquel hombre al cual idolatraba y con el que me había topado hace un par de días.

Regulus Black.

Que coincidencia. Primero en Inglaterra y ahora en estados Unidos.

Pero les voy a decir algo, si algo he aprendido es que no existen las coincidencias.

Lo mire, y él pareció darse cuenta de mi mirada ya que me la devolvió. Por favor denme el premio a la más discreta. Un tanto avergonzada baje la mía untando mis papas en la salsa y cuando devolví mi vista a donde estaba desapareció.

Voltee la cabeza confundida y de repente se sentó frente a mi.

—La chica del libro en griego ¿Qué te trae por Nueva York?

Dude en responderle, pero lo admitía, seria sospechoso si no lo hacia. Sin contar que no quería quedar como una maleducada.

—Visito a mi familia

—No sabia que los Weasly tuvieran familia en América

Lo mire sorprendida ¿Cómo en nombre de las moiras sabia de mi familia?

—¿Cómo…?

—Cabello pelirrojo, cárdigan tejido a mano, libro desgastado— menciono señalando mi versión de segunda mano de la divina comedia—Además Arthur Weasly siempre presume a su hija mayor, la cual es idéntica a ti de acuerdo a las descripciones.

Solté una risa, claro que mi padre hablaba de mi en el trabajo.

—Es familia lejana. Los demás no son para nada cercanos a ella, sin embargo yo me llevo bien con ellos.