Carlisle recibió la sorprendente llamada ni siquiera una semana después de su pelea con la manada Quileute.
Sam Uley preguntando si podía reunirse con Jasper en terreno neutral, justo en la frontera de sus territorios.
Una parte de Carlisle sentía que no debería sorprenderse considerando todas las cosas, pero aun así...
Sam le había asegurado que todo lo que quería era hablar con Jasper y que mientras no atacara primero, no sufriría ningún daño.
Aunque Jasper se había negado rotundamente a la solicitud.
Y aunque Carlisle sabía que debería decirle que al menos fuera a ver qué quería Sam, una vocecita en el fondo de su cabeza se alegró por la negativa. La idea de que la manada estuviera cerca de Jasper ahora que sabían lo que era lo enviaba al límite.
Porque Jasper era su hijo. Su hijo. Y una parte egoísta de él odiaba la idea de que los lobos se lo llevaran.
Pero por lo que parece, Sam realmente quería hablar con Jasper porque terminó viniendo a su territorio.
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Sam había tenido mucho tiempo para pensar en lo que pasó en la casa de los Cullen. Por supuesto, había hablado con los ancianos sobre la sanguijuela que se había convertido en algo que no era un espíritu lobo sino más siniestro. La sanguijuela que había envenenado a Jared con su mordisco y había obligado a toda la manada a someterse a él en menos de un segundo.
Esa maldita sanguijuela a la que incluso Sam casi se había sometido.
Lo había visto devorar un ciervo entero. He visto el espeluznante brillo de su pelaje bajo la luz del sol y el perturbador color de sus ojos. Todo en él estaba mal.
Los ancianos no habían tenido mucha información al respecto. Los fríos eran un misterio tal como eran, ahora esta sanguijuela resultó ser capaz de entrar en fase, y lo peor aquí era el hecho de que la forma en que luchaba y se sostenía le había hecho saber a Sam perfectamente lo peligrosa que era esa sanguijuela.
Entrenarlos contra los recién nacidos había sido una prueba de que esa sanguijuela no se parecía en nada a las demás. Se sostenía con la postura de un soldado y había algo en sus ojos que parecía gritar muerte, de todos los Cullen ese era el más peligroso.
Y reflexionó sobre cómo el médico lo controlaba tan bien como lo hacía.
Debido a que esa sanguijuela rezumaba tal aire de muerte y sed de sangre que lo puso ansioso incluso antes de saber que podía entrar en fase.
Pero necesitaba saber cómo es que podía entrar en fase. Necesitaba saber cómo es que un vampiro podría ser una criatura de los mitos; un hombre lobo.
Los hombres lobo estaban destinados a ser los portadores de la muerte y la destrucción. Representando todo lo que era malo y corrupto.
Pero algunos otros los vieron como "espíritus de la luna" o "hijos de la luna".
