El del Oxxo | Luckity

Inesperado

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Varios días habían pasado desde que aquellos mensajes llegaron junto aquella calurosa conversación que tuvo, y en efecto, no había podido olvidarlo.

Simplemente no podía olvidar aquel erótico cuerpo con tan buenas curvas en esas finas y excitantes telas, deseaba follarselo tanto, dejándolo bañado en sus fluidos con las piernas temblorosas de tanta sobre estimulación... Mierda, estaba nuevamente duro.

De tan solo pensarlo lo ponía jodidamente mal.

Hoy tenía una salida con su amigo Rubén, así que se levantó y fue al baño a darse una ducha con agua fría para bajar su erección, aun que lo intentó, tuvo que resolver su problema el mismo.

Justo al ya estar presentable, le llegó un mensaje de su amigo con la ubicación del encuentro, por lo que tomó sus cosas y salió de su casa para dirigirse al lugar indicado.

No fue tan largo en camino, solo tenía que caminar un par de cuadras, doblar esquinas y llegaría a un parque.

A lo lejos divisó dos figuras, una tan conocida al ser anormalmente alto y la otra extremadamente bajita, desconocida para él, generándole una gran curiosidad.

Al acercarse cada vez más y más, le causaba más intriga, ya que accidentalmente Rubius, había tapado a la persona más bajita

-Rubén. -Habló, llamando la atención del mencionado, que se giró un poco.

-¡Luzio! Enhorabuena, tengo que presentarte a uno de mis más grandes amigos, que conoce México al derecho y al revés. -Finalmente se dio la vuelta, dejando a la vista a aquella persona que tanto había causado curiosidad en Luzu.

Mierda.

¿Por qué de todas las personas del mundo, él tenía que ser amigo de Rubius?

Su mirada se clavo en aquellos orbes bicolores, después inevitablemente fue a aquellos carnosos y rosados labios, se veían tan apetecibles, le daban tantas ganas de besarlo ahí mismo, u si era posible hacerlo suyo, pero eso era totalmente incorrecto.

Decidió dejar aquellos impuros pensamientos de lado, y presentarse correctamente.

Pero apenas iba a hablar, el azabache salió corriendo como si su vida dependiera de eso.

-¡Pato! ¿¡Que demonios te sucede?! -Gritó Rubius, totalmente sorprendido por la actitud de su amigo, después miro a Luzu algo apenado. -Él no suele ser así, quien sabe que mosca le pico.

Quackity sentía que se moría, tenía una suerte de mierda como para poder toparse nuevamente con aquel Dios griego después de haberle mandado nudes, había quedado con la idea de que al final de cuentas sería alguien que lo vería una sola puta vez en su vida, pero al parecer no sería así, pues aquel hombre era amigo de su mejor amigo.

No corrió demasiado, no tenía tan buena actividad física por lo que terminó por sentarse en una banda, mirando el azulado cielo, sabía que tarde o temprano tendría que enfrentarse a aquella tan aterradora pero emocionante situación.

No supo cuando tiempo paso divagando entre sus pensamientos cuando sintió un tirón de su sudadera, mirando el causante de aquello.

Luzio.

O al menos como lo había llamado Rubius.

Su rostro rápidamente tomó color y se sentó de golpe en la banca, mirando sin poder creer nuevamente que aquel ser estaba frente suya.

-Alex, ¿no? Rubén fue a buscarte al otro lado del parque, deberías de evitar huir de esa forma. -Comentó el castaño con total tranquilidad.

Aun que la realidad estaba más alejada de eso.

Al ver visto a Quackity ahí sentado en esa banca, le habían hecho pensar tantas cosas. Se sentía un asqueroso pervertido por pensar en tantas idioteces, aun que era simplemente inevitable, pero eso si, jamás haría algo sin consentimiento.

Soltó un suspiro pesado y se levantó lentamente, teniendo que mirar hacia arriba para poder conectar miradas con el castaño, era jodidamente alto, no tanto como Rubius, pero lo era.

-Vamos a buscar a Rubén. -Ignoró la penetrante mirada que le daba el más bajito, no era para nada discreto, pero tenía que tener control para no cometer un error.

Quackity asintió, y siguió a Luzu en total silencio, algo bastante raro en él si algún conocido lo veía, pues era obvio que el azabache hablaba hasta por los codos.

El silenció hacía que la búsqueda del peliteñido fuera eterna, ninguno tenía la intención de hablar, la tensión era notoria pero ninguno de los dos haría algo.

¿Así sería? Claro que no, en algún momento tendrían que conversar, no debían hacer que Rubius sospechara, eso es lo que pensaba Luzu.

Mientras tanto, Rubius pensaba profundamente, intentando comprender la reacción de su amigo mientras caminaba.

Luzu no daba miedo, a pesar de tener una apariencia... peculiar, las vibras que daba eran sumamente buenas y positivas.

Suspiro y se sentó a pensar, saco su celular para entrar al chat de Quackity para poder marcarle, pero gracias a lo fácil que era distraerse con el celular, comenzó a leer el chat.

Mientras leía y leía, puntos conectaban, hasta que.

-Carajo.

Al parecer Quackity no le guardaba ningún secreto a Rubius, y al parecer al hombre que describía el azabache a su amigo, tenía un gran parecido a Luzu.

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—841 palabras.

Bien tempranito, ¿no?

Perdón a los que les salió
la notificación, fue un error mío,
aun no acababa el cap y lo
publiqué por accidente, pero ya
JANDJSK.

Lamento mucho la tardanza,
pero neta no había nada de
inspiración, y luego me distraigo...
Es muy difícil ya actualizar
JAJAJA, pero de verdad
intento hacer lo que puedo
para traerles un capítulo.

Cortito el capítulo, pero espero
les guste, y armen sus teorías.

¿Que creen que podría pasar
en el siguiente capítulo?
(para nada necesito ideas).

Preguntas, dudas, sugerencias,
no duden en decirlas. 🙌

JAJAJA, en fin, tengo varias
ideas para otros fanfics, pero
ya veremos en si hacerlas o
nel pastel.

Eso es todo, y nuevamente,
pido perdón por la tardanza.

Los quiero mucho.

Baiiii.