Llamada

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La tensión fue demasiada.

Sin poder evitarlo, ahora ambos estaban comiéndose la boca, no eran solo besos normales, pareciera que se querían comer el uno al otro.

Las manos de Luzu sostenían con fuerza y firmeza la cintura de Quackity, mientras este último, se dedicaba a despeinar al más alto, intentando no perder el equilibrio al estar de puntitas, pero gracias al agarre del mayor en él, todo estaba bien.

¿Pero cómo llegaron a eso? Quackity terminó por tropezarse al estar metido en sus pensamientos, Luzu lo sostuvo y considerablemente quedaron muy cerca del otro, que simplemente les ganó la tentación, y bueno, ahora están en lo que están.

Apenas se separaban para respirar, el ambiente comenzaba a tornarse bastante caliente, erecciones empezaban a formarse dentro de sus pantalones que aparecieron gracias al la constante fricción que ambos generaban al querer tener más contacto físico.

Las mordidas en los labios no hicieron falta, más los manoseos. Quackity empezó a pasar sus manos por aquel fornido pecho, dando apretones, notando lo suavecitos que estaban, mientras Luzu amasaba aquel redondo trasero con el cual había fantaseado en manchar con su esperma.

Alejaron sus bocas, Luzu aprovechó para darle la vuelta, y pegarlo contra la pared del callejón en el que estaban, no dudó en tomar sus caderas y juntar su erección contra el trasero ajeno, ambos soltaron un suspiro satisfactorio. Quackity empezó a menear sus caderas, de un lado a otro y de arriba a abajo, "masturbando" a Luzu por encima de la ropa con su trasero. El castaño únicamente veía aquel sensual y excitante movimento de caderas, su polla empezaba a doler, necesitaba enterrarse dentro de él de una vez por todas.

Llevo sus manos a su cinturón, para sacarselo, en eso...

Ring, Ring

El teléfono comenzó a sonar, con el pánico recorriendo su cuerpo, tomaron distancia y trataron de arreglarse, pensando en cualquier cosa que les bajara la erección.

Luzu sacó su celular y miro el nombre, suspiro pesadamente y respondió.

-Rubén... Si, ya lo encontré, ya íbamos para allá, o bueno... E-Eh, ¿donde estás? -Trató de sonar lo más tranquilo posible, casi lo lograba si no era por ese tartamudeo que se le escapó, pero al parecer el que estaba del otro lado de la línea no lo notó.

Intercambiaron un par de palabras más, y sin decir nada, en silencio total retomaron su camino.

(...)

Había sido una gran salida ignorando lo que había pasado en aquel callejón.

Cada quien regresó a su casa, estaban cansados, no tanto pero si habían caminado bastante.

Rubius había estado algo raro, pero no le tomaron importancia.

A eso de las 7 de la tarde, regresaron a su casa, haciendo lo que no hicieron en toda la tarde, como arreglar o hacer pendientes.

Ya era de noche y Quackity se había acostado en su camita, ya se baño y colocó una pijama calientita, gracias a que la temperatura había bajado considerablemente, por lo que también no quería enfermarse estando tan descubierto.

Al estar mirando su celular, recordó todo lo que pasó, incluyendo aquel pequeño encuentro que tuvo con Luzu, provocando un sonrojo en sus mejillas, lo pensó un poco y entró a su chat, obviamente había borrado la conversación de la vergüenza que sintió después, pero aún mantenía el video que le había mandado.

El del Oxxo | LuckityWhere stories live. Discover now