5. Damaged bunny.

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¿Nos atrasamos un día? Nos atrasamos un día, pero me justifico porque siempre hay partes mientras escribo los fics en donde tengo una crisis existencial de: ¿qué diablos es esto? Nada de lo que escribo tiene sentido y me hago bolita para llorar. Me gusta mucho este fic, pero al mismo tiempo me tiene muy nerviosa, así que en el peor de los casos será otro fic olvidado en mi perfil espero, no sé, divago para tragarme los nervios. Seguimos en el tren, seguimos con Ash, se acabó la parte hasta donde estaba escrito previamente el fic, así que vamos con todo.

Gracias por leer~

[Aunque sueles esfumarte y aislarte cuando las cosas se vuelven jodidas esta vez estamos realmente preocupados, no te vimos bien cuando te fuiste, asumo que si no nos dijiste nada es porque mordiste el anzuelo de Blanca y seguiste a Eiji, hablemos...

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[Aunque sueles esfumarte y aislarte cuando las cosas se vuelven jodidas esta vez estamos realmente preocupados, no te vimos bien cuando te fuiste, asumo que si no nos dijiste nada es porque mordiste el anzuelo de Blanca y seguiste a Eiji, hablemos, por favor].

Ash cierra el mensaje de texto de Shorter.

Tira la nuca contra la funda de cuerina, el remecer de las ruedas sacude sutilmente las hileras de un lado a otro, afuera está nevando, por ende las vigas deben estar congeladas lo que explica el chirrido que va in crescendo. Clac. Clac. Clac. Tensa sus dedos encima de su frente y ejerce tanta presión que espera llegar a su cerebro o al menos revolverlo ¿en qué diablos estaba pensando al venir acá? Aslan no entiende si aceptó esta competencia porque verdaderamente le importa el título de mejor sicario o si una parte de sí mismo anhelaba pasar tiempo con Eiji, de hecho, lo tiene acurrucado encima del traje igual que un conejito y al parecer no tuvo problemas en corresponder, el toque es consensuado a pesar de todo, es agradable, es amable, es algo que le hizo mucha falta, de repente, quiere sollozar.

No lo hace.

No se romperá frente a Eiji, su enemigo, su competencia, un asesino.

En su lugar se queda acurrucado sin intercambiar palabra alguna, se atreve a saborear la calidez que desprende el cuerpo ajeno, es ilógico, se supone que amó a Eiji por su inocencia e ingenuidad y otras cosas que no calzan con el perfil de un homicida ¿qué lo mantiene tan aferrado a ese chico? Perderlo hace tres años lo cambió irreparablemente, lo sabe, tanto sus hombres como Max y Jess se lo dijeron con la esperanza de que cambiara, no lo hizo, sino que aceptó esa fachada. Lince. Leopardo. Dañado.

Ash está dañado.

No es cómo Eiji.

—As... —Pero Eiji está balbuceando un par de palabras en su sueño, Ash conoce demasiado bien los síntomas para ignorarlo—. Ash.

—¿Eiji?

—Perdón. —Repite inconsciente, sus mejillas se han humedecido por un llanto desconocido y su paz previa se ha desvanecido—. A-Ash. —El aludido lo aparta de golpe, sus quejidos lo ponen hiperalerta aunque odia entrometerse en los problemas de los demás ¿cuántas noches Eiji lo consoló?, ¿cuántas veces le permitió meterse a su cama en busca de alivio sin decirle nada?

—Eiji. —Lo llama despacio, intenta ser suave y gentil porque así era como Eiji lo hacía—. Es un sueño.

—¡Basta! —Eiji se levanta tras un grito seco sentándose demasiado rápido en la butaca del tren con el pecho subiendo y bajando erráticamente, las gotas de sudor escurren desde las puntas de su fleco igual que una lluvia primaveral mientras los botones de su camisa se expanden—. ¿Dónde están Yue y Blanca? ¿Dónde están todos?

Damaged.Where stories live. Discover now