~° Lonely Together ~ Miles 42 / Prowler / Merodeador

VII

~Tu sistema ya no se ve tan alterado como la otra vez.~

—Tal vez... ¿mis átomos ya están felices en la dimensión 42?—la chica sonrió mientras Lyla la escaneaba.

~No lo sé, niña. Tampoco te confíes mucho. Recuerda que estamos en terreno desconocido con todo esto, hay que seguir evaluando todo.~

—Le hicimos algunos ajustes al reloj, creo que está mejor.—Miguel se acercó y le indicó que extendiera la mano, le colocó el reloj—. ¿Tu telaraña mejoró?—

—Sí, papá. Todo en orden.—

A pesar de estar bromeando, ____ se arrepintió un poco de haberlo dicho.

Ella no tenía a su padre, él no tenía a su hija... Chiste desafortunado.

—Sí... la siento un poco mejor que antes, pero aún se deshace muy rápido.—continuó de forma más seria—. Si llega a empeorar de nuevo, lo informaré.—Miguel asintió.

~¿Trabajo? ¿Relaciones? ¿Spidertrabajo?~

—En cuanto a trabajo... Mi jefe es Otto Octavio.—a pesar de que la chica sonreía, al hombre y a la IA no les hizo tanta gracia.

—... ¿Trabajas para uno de los villanos principales y no hiciste nada?—

—Es que lo he estado observando por un tiempo y no creo que tenga tintes de supervillano.—

—Ninguno lo tiene hasta que ya es muy tarde, niña.—

—De todas formas lo tengo vigilado... me daría lástima tener que darle una paliza pero si el canon lo requiere...—

Lyla terminó de escanearla, indicándole que podía irse a casa.

—Oye, Migue...—el hombre la miró, notando que ____ jugaba nerviosa con el reloj en su muñeca—. Una última cosa. Él... él está aquí ¿sabes?—

Para Miguel no fue necesario preguntar de quién estaba hablando, solo se limitó a presionar su hombro intentando reconfortarla.

—¿Puedes hacerlo?—asintió—. ¿Crees que ya es momento de actuar?—negó.

—No... aún es muy pronto. Tengo que ver si no hay nada más pesado atrás. Porque si lo arranco, tiene que ser de raíz. No puede quedar nadie.—

—Sabes que cuentas con todos nosotros ¿verdad? Conmigo, Lyla, Hobie... todos.—

La chica asintió con una leve sonrisa, intentando no llorar.

A pesar de que sabía que contaba con toda una spiderfamilia que la apoyaría pase lo que pase, escucharlo de la boca de Miguel le daba cierto sentimiento lindo. Estaba muy agradecida.

—De momento todo está bien, pediré ayuda en cuanto lo requiera ¿Si?—Miguel sonrió, dándole una palmadita en el hombro antes de alejarse.

—¿algún otro súpervillano o personaje a destacar?—

—... Hay un Prowler... y conocí al Miles 42, por asi decirlo.—

—¿Informe de ambos?—

—El merodeador parece que es una especie de antihéroe o idiota rebelde, según a quién se lo preguntes. Debo hablar bien con él. Y Miles es mi vecino, es un buen chico... algo solitario pero le estoy sacando confianza. Me agrada.—

—Como todo Miles que te cruzas...—

—Solo conozco dos, tres con este... y si me agradan. Como sea.—Miguel negó con una leve sonrisa—. Me agrada mucho, él y su mamá. Así que pienso hacer lo que sea necesario para que ellos estén a salvo.—