XVII

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El día siguiente, Miles dejó el departamento a primera hora, pues tenía trabajo que hacer. Aún así, ____ no lo dejó irse sin una viandita.

—¿Qué traes ahí, eh?—

Miles le mostró a su tio aquel vasito térmico con dibujos de gatitos.

—Es latte, y aquí tengo galletitas ¿Quieres?—el hombre sonrió.

—Si tu mamá se entera que una chica te prepara el desayuno, se pondrá como loca.—

—A ella le agrada ____... No tendría problemas.—

—¿La quiere como nuera?—Miles sonrió.

—No es mi novia... Aún no.—

—¡Ja! ¡ese es mi sobrino!—le dio una palmada algo fuerte en el hombro—. Mantén esa confianza, bro. Y la chica no podrá rechazarte.—

~•~

—¿Viste lo de Kingpin?—

____ dejó un cafe frente a Otto, sentándose del otro lado del escritorio.

—No vi las noticias hoy...—

—Apareció muerto, en una mansión en las afueras de la ciudad.—

—Bueno, un imbécil menos...—le dio un sorbo desinteresado a su chocolatada.

—¿Tú crees?—él la miró—. Siempre sale otro.—

____ vio por un segundo el cuerpo de Kingpin en el suelo. Sufrió un leve escalofrío.

—Bueno, si siguen saliendo, van a seguir cayendo. No es muy complicado... Aunque la muerte... no sé si ya sea algo necesario.—

~•~

—Hola.—

____ desvió la mirada hacia la entrada de la azotea. Miles la miraba con una leve sonrisa.

—Hola, Moralito ¿Cómo te fue hoy?—

—Tranquilo. Asi que bien, supongo.—se acercó a ella—. ¿Qué tal tú? Te vi en el centro hoy, detuviste al ladrón de carteras.—

—Ah, sí... Era un bobo. Facilito.—le restó importancia.

—Me gustaría saber qué se siente... Ya sabes, columpiarse.—____ lo miró con curiosidad.

—Puedo ayudarte con eso.—

—¿Cómo? A ti te sale de las muñecas ¿O no?—

El chico tomó una de las manos de chica, examinándola con curiosidad. En su muñeca desnuda, solo había unos brillitos dorados. A pesar de que el chico miraba aquello sorprendido, ____ solo podía pensar en las cálidas caricias que Miles le daba a su mano mientras la revisaba.

—No todos los Spidermans tienen telaraña orgánica, la mayoría usa lanzatelarañas.—carraspeó nerviosa—. Por eso te digo que si quieres, puedo conseguirte uno.—

—¿De verdad?—

—Claro, mira.—tocó unas tachas de su pulsera—. Johnny ¿Estás ahí?—

~Siempre para ti, cariño.~

Miles rodó los ojos ante el apodo.

—Usa el nombre clave.—

~Ok, Dee Dee... ¿Qué necesitas, cariño?~

—Tontin... ¿Tienes un par de lanzatelarañas de más?—

~¿Para qué? ¿Te quedaste sin tinta?~

~° Lonely Together ~ Miles 42 / Prowler / Merodeador Donde viven las historias. Descúbrelo ahora