Página 39| Llorras o ries

151 19 24
                                    



------------------------------------------------------------------

⚠️advertencia:

Esta página está escrita en diferentes tiempos, traté de que fuera lo más entendible posible.

------------------------------------------------------------------











-Narrador omnisciente.

Los tres individuos caminaban por el centro comercial, algunas personas les miraban, pues era gracioso ver a una persona tan pequeña en medio de dos hombres grandes.
Carter tenía su dedo meñique entrelazalo con el de Ira, previniendo la pérdida de la chica con cualquier distracción, por otro lado, Tae rozaba su mano con la de la chica de vez en cuando, le miraba de soslayo divertido al ver sus mejillas ruborizadas.

—¿Qué estás buscando?—pregunto la castaña.

—No lo sé, un regalo cualquiera.—respondió carter-te traje para que me ayudes a elegir algo bonito.

—¿Y tú?-se dirigió a Tae—hace mucho que no te veia

Tae solía ir a la casa de los Miller casi con la misma constancia que Bear, de hecho a veces iban juntos, nada bueno para ella, ya que su corazón latía como en una maratón, no se podía sobrevivir de esa manera a los dieciséis y ahora diecisiete.

—Tuve que irme por unos asuntos familiares, pero ya estoy de vuelta—con su mano derecha despeino su cabello haciéndola gruñir.

—¡Tae, no!—carter rio al ver toda despeinada y ella le pego por el brazo—No te burles, perro feo.

—¡Oye!, no creas que porque es tu cumpleaños dejaré que me insultes—Ira le sacó la lengua.

—Entremos ahí, venga—intervino el pelinegro, señaló una tienda de cosas hogareñas.—un florero o alguna cosa de esas.

—Una alfombra—dio de opción Ira, ya su cuñada le había dicho que quería cambiar su alfombra de entrada, pero no había tenido tiempo de ir por ahí a verlas.

🪻🪻🪻

Los tres recorrieron los presos de la tienda viendo por aquí y viendo por allá, era una tienda para que hogar, así que había desde vajillas hasta sabanas para cubrir los muebles.

—¿Qué harás hoy?—Tae le preguntó a la chica dándole un leve empujón con su brazo.

Ella rio—No lo sé, ¿por qué?

—Es tu cumpleaños, debemos hacer algo. Aunque ni parece tu cumpleaños

—Es que no me parece la gran cosa mi cumpleaños, siempre lo celebró en casa. Sabes que mi familia no está aquí.—La castaña levantó una taza de cerámica del estante y la observo, le encantó el diseño del objeto, perfecto para tomar café. Nuevamente, la regreso a su lugar.

—¿No es la gran cosa?—repitio—es el día que naciste, para otras personas quizás si es la gran cosa. Si le preguntas a tu madre, te aseguro que dirá que eres las cosas más grande que tuvo en su vida. Si me preguntas a mí te diré, es el día en que floreces una vez más, aun recuerdo tus quince años-rio—, te veías muy graciosa bailado con tu abuelo.

LOOK AT MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora