Dudoso entró al departamento de las hermanas Nakano, el ambiente era sumamente silencioso, ni siquiera el aire resoplaba a pesar de la altura. Era tanta calma que empezó a escuchar sus propios latidos.
Se sentía como si estuviese haciendo algo sumamente malo (a pesar de haber recibido el permiso directamente por parte de Maruo). Parecía que no había nadie en aquel sitio.
—¡HOLA! —dijo alzando la voz pero nadie respondió a su llamado.
<<Definitivamente no está Yotsuba, Nino e Itsuki, ellas hubiesen salido al instante... mejor asegurarme>> pensó mirando las puertas de las habitaciones.
Con rápidos y contundentes pasos, tocó puerta por puerta, empezando con Itsuki, en donde como se temía, nadie le abrió.
Luego fue con Yotsuba, y de igual manera nadie atendió a su llamado.
Acto seguido dio tres toques a la puerta de Miku. Silencio absoluto.
Probó suerte con la loca que ahora estaba enamorado de él y el resultado fue el mismo.
—Parece que tendré que irme, no hay nadie aquí...
Igual, faltaba una última puerta por tocar (sin contar las que no son habitaciones evidentemente).
Golpeando sutilmente la puerta de la habitación de la hermana mayor (y caliente según muchos). Escuchando a través de la misma un sutil gemido (y no, no se sexo).
<<Está durmiendo, mejor me retiro>>
—Pasa... —dijo somnolienta.
—Co-con permiso —musitó al pelo verde.
La habitación era justo como recordaba. Cuatro paredes que escondían un desorden escandalosamente agigantado. Era un campo minado de ropa sucia, productos cosméticos, prendas interiores y revistas semanales.
—No ha cambiado nada —reprochó a Ichika la cual entreabrió los ojos y le dedicó una mirada seductora—. ¿Sabes donde están tus hermanas? Las llamé a sus habitaciones y no hay nadie.
—Hola primero que todo, Izuku...
Un sutil movimiento de las sábanas que eran la capa que protegía su candente cuerpo se retrajeran lo suficiente para dejar ver parte de su muslo desnudo.
—I-Ichika t-tu —titubeó torpemente.
—¿No te recuerda esto a la primera vez que entraste, Izuku? —ella sabía que lo que hacía, quería jugar un poco con él—. Entras a la habitación de una bella chica y mencionas el nombre de otras. Eso no está bien.
Ella en su mente estaba seguro de lo que ocurriría, el se pondría y saldría casi que corriendo de la habitación.
Pero hoy Izuku llegó al límite de la broma.
—¿Sabes que también está mal, Ichika? —preguntó mientras una sonrisa perversa se dibujaba en su cara y cerraba la puerta girando el seguro—. Vestirte de tu hermana para intentar engañarme.
—¿Co-cómo?
—Shhhh. No deberías antojar más de dos veces, la tercera es la vencida...
—¡Aaaaaa!
Las hermanas Nakano llegaron un par de horas después, y tocaron la puerta de su hermana mayor pero no obtuvieron respuesta.
—Izuku-kun dijo que vendría. Tal vez salieron —señaló Miku.
—Espero que no se adelante demasiado —susurró Nino apretando levemente el gesto.
Lo que no sabían es que Izuku le estaba dando como cajón que no cierra a la peli corta mientras está tenía las medias de Miku.
—Ya que te gusta tanto disfrazarte motívenos todos los estilos jeje.
Ichika solo tenía las manos en la boca intentando evitar que ahora s los verdaderos gemidos sonarán fuera de la habitación.
—1x5, muy buena oferta
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Dejen su estrellita para el próximo capítulo, muchas gracias por leer.
