Era inocente, demasiado inocente incluso para él. Izuku siempre había sido alguien reservado, no frecuentaba contar sus problemas más íntimos ni siquiera con su progenitora. Ni hablar de su progenitor que ni a cortarse los pelos de los webos le había dado un consejo ya que estaba 3 metros bajo tierra. No tenía la culpa pero bueno.
Por eso y otras varias razones se le hacía extraño que la gente descifrara sus pensamientos que iban más allá de una simple vergüenza o admiración. Por eso, el conocer a las hermanas Nakano fue un giro tan trascendental para su crecimiento como héroe. Durante el tiempo que las acompañó en su camino a pasar de curso (no como su tutor, ese fue trabajo de Takebayashi) él fue un "Héroe en Aprendizaje".
Después de la gran lección que le dio Itsuki, la que más lo impacto fue la de Yotsuba. La cuarta hermana siempre se le había hecho muy curiosa, muy torpe pero eso no tapaba su enorme corazón, ni su sonrisa que lo hacía dar ese 100% cuando entre sus encuentros a solas pasadas las clases y a escondidas de las demás.
Era culpable de que la chica del listón perdiera algunas clases particulares, pero no podía evitarlo. Recordaba como si fuese ayer el día que, entre lágrimas la oyó confesarle al viento que amaba lo amaba a él, pero por el bien de sus hermanas no diría nada. Cada pieza del rompecabezas se armó en su conciencia. Tenía sentido.
Y tras lograrla hacerla decir entre una de esas sesiones en donde la ayudaba un poco en las materias ella confesó lo que aquejaba a su corazón. Desde ahí empezó una aventura que ninguno de los dos pensaba parar.
—I-Izuku-san... a-ah —gimió la peli rosa ante las caricias del susodicho—. Lle-llegaremos tarde...
El pecoso no le pudo importar menos. Siguiendo con su accionar. Desvistiéndola por completo, teniéndola a su merced no podía hacer nada más que agradecer al de arriba por tal regalo divino. Su cuerpo reluciente y curvilíneo no combinaba para nada con su personalidad infantil.
La verdad era que Yotsuba en su afán de ocultar todo, terminó arrebatándole cualquier chance a sus hermanas de tener una relación con él. Eso creía, porque al ver al chico directamente a los ojos podía ver ese brillo de que contemplaba algo inigualable.
—¿Qué crees que dirían tus hermanas si supiesen de esto? —susurró el chico a su oído erizando a la Nakano.
Ahora ella estaba de rodillas sentada sobre las piernas desnudas de su amante, este daba ligeras mordidas en su cuello mientras hacía sobre pensar a la chica, esta de a poco perdía la capacidad de resistirse a sus toques. No tenía la suficiente fuerza.
—¿Crees que me odiarían a mi por mancillar a su querida hermana? —ahora el redondo culo de Yotsuba era manoseado por un hambriento Izuku—. Vamos, responde —hostigó mientras metía dos dedos a la jadeante boca de Yotsuba humedeciéndolos.
Insertándolos en la vagina de la chica, sacándole un fuerte gemido la hizo apretar con fiereza a la espalda el chico clavándola las uñas.
—N-no lo sé —atinó a responder antes de besar con desesperación a su hombre.
—Respuesta incorrecta...
La manera en que Izuku hizo gemir a la cuarta hermana fue éxtasis para su ego. Verla rogar por más, completamente doblegada a él era una sensación adictiva. Simplemente de las mejores cosas que le había pasado en la vida.
{...}
—Siempre me diste un montón de problemas, pero por fortuna al final pasaste, Yotsuba —reconocía Takebayashi—. El siguiente año será aún más duro, así que espero tu compromiso.
Estaban en la fiesta de graduación para pasar 3er año, todo un logro para las hermanas Nakano que celebraban por todo lo alto sus notas. Al menos así era el caso de Ichika, Nino, Miku e Itsuki. Por parte de la cuarta hermana estaba sonrojada y soltando suspiros que podrían confundirse con gemidos. La razón era muy simple, su novio en secreto, Izuku Midoriya estaba apretando el trasero de ella y jalándola de la mano para irse del lugar sin que nadie los viera.
—Ti-tienes razón, de-debo hacer unos cambios jeje —balbuceó Yotsuba.
No quería aceptarlo, pero su cuerpo ya estaba listo para ser entregado a su hombre.
—¿Te sientes bien, Yotsuba? —preguntaron preocupadas las hermanas y Oyuki.
—Es-estoy un poco mareada, creo que iré a la enfermería —respondió la hermana Nakano que a lo último tuvo que taparse la boca con la mano para no dejar escapar un gemido.
—Te acompaño —se adelantó el pecoso sonriendo con gentileza a las otras hermanas—. No se preocupen, disfruten la fiesta, yo cuidaré a Yotsuba.
—Te la encargamos.
—Oh si, yo me encargo...
Cabe decir que cogieron sin parar en el dormitorio del chico.
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Muchas gracias por leer, no se olviden dejar su estrellita para la siguiente parte.
KIR_MVKO Ahí tienes tu segsito, ahora sube tu uno porfa.
