Deseo (1) ✔️

21| Fiesta en la hermandad (2)

21| Fiesta en la hermandad (2)

|Christopher

No podía pensar bien, luego de ver como Alexa entraba en un mundo de fantasía. Ella luego de tomarse la cerveza, comenzó a marearse, también me decía que veía borroso y que le dolía el pecho, lo primero que pensé fue que estaba sufriendo algún ataque cardíaco, pero, luego de estar con calidad supe que la razón era que la habían drogado. En su vaso, aún había restos de droga, que no se habían deshecho.

Ella había comenzado a delirar, a decir cosas que no tenían absolutamente nada de sentido. La rabia comenzó a colarse por todo mi cuerpo, así que la dejé en uno de los sofás de la casa y me fui a buscar al maldito que le hizo eso.

¿Por qué? No tenía idea.

Puede que yo sea un completo hijo de puta, me gusta follar y dejar a las mujeres, pero ellas están conscientes y dispuestas, no necesito drogar a nadie para tenerlas debajo mio.

Lo vi riendo y bebiendo con un par de amigos a su lado.

—¿Fuiste tú hijo de puta?—Agarré al miserable en la camisa y lo estrellé contra una pared—¿Qué le diste? ¡Contesta!

—¿Qué mierda?—dijo con los ojos abiertos de par en par.

—Sé que fuiste tú quien la drogó—señalé a la pelirroja delirante en el sofá—¿Qué le diste?—lo empujé una vez más contra la pared—¡Dime, joder!

El muy maldito comenzó a reír.

—¿Es tu novia acaso?—preguntó—pues entonces entrénala, para que sea obediente y no joda a los demás—él miró a sus amigos y estos rieron.—Y, no le di nada malo, solo intenté que se animara, la vi un poco aburrida y quizás yo podía hacer que su noche fuese más divertida—los imbéciles a mi lado aullaron y yo estrellé mi puño contra su nariz.

—Que sea la última vez que le haces algo, porque la próxima no vas a salir vivo— lo dejé caer al suelo mientras que él se retorcía del dolor.

Regresé hasta donde había dejado a Alexa y la tomé entre mis brazos.

—¿A dónde vamos?—preguntó.

—Lejos de aquí—dije comenzando a moverme, pero ella se comenzó a retorcer entre mis brazos hasta que la solté—¿¡Ahora qué!?—Sinceramente me estaba cansando de esta cría.

—No me quiero ir—contestó cerrando los ojos—al menos no a mi casa. Mi hermano debe estar ahí y no quiero que me vea así.

—Pues a algún lugar debes ir, no puedes estar así sola—le dije completamente cansado y harto.

—Bien, me quedaré aquí hasta que se me pase el efecto—se dio la vuelta y se sentó en uno de los sillones de la sala—no quiero estar cerca de ti.

Tuve ganas de agarrar una silla y patearla hasta que me reventara el pie.

¿Por qué es tan jodidamente difícil?

—¿Te quieres quedar aquí? Perfecto, espero que despiertes en una jodida habitación siendo follada por un jodido desconocido.

Grité y salí de la jodida fraternidad, me tenía harto, siempre hace lo que se le da la ganas, es una niña que cree tener el poder en todo.

Pateé un bote de basura y lo mandé lejos de ahí.

¿Por qué me interesaba? ¿Por qué mierda me preocupaba por ella? He estado con muchas, pero jamás me había puesto así por alguna... Bueno, solo una, pero después de eso, me juré no involucrarme con ninguna de las que me follaba.