9. Hogar (Final)

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ㅡPor enésima vez en el día, no.

Unas monedas que ya no disponían de valor real y billetes arrugados descansaban sobre la mesa esperando ser aceptados bajo la severa mirada de Lisandro, quien no parecía ceder ante el soborno. Valentino protestó con un puchero pataleando el suelo como un conejito frustrado, incluso había llevado un bonito dibujo para ilustrar su idea.

ㅡPorfi...

En un último intento desesperado rebuscó en lo más profundo de sus bolsillos, aunque no quedaba nada más que un caramelo de cereza y un crayón partido. Lisandro se frotó el entrecejo algo cansado de la situación.

ㅡValen, primero: no vamos a usar tus ahorros y segundo: con eso no alcanza para nada. La respuesta sigue siendo no.

Todas los engranajes en su cabeza parecían trabajar duro para lograr su cometido.

ㅡPapá dice que podemos usar la tarjeta brillante para los gastos importantes.ㅡ Pudo oír la risa de su tío Nahuel detrás suyo.

Más el semblante del rubio seguía imperturbable.

ㅡNo.

El pequeño infló las mejillas con resignación, dio media vuelta y se alejó hasta un rincón de la casa. Nahuel los observaba conteniendo las carcajadas para no despertar al cachorro que dormía en su regazo.

Esa tarde Valentino quedó a cuidado de sus tíos mientras su papá y Sonny salían en una cita al cine. Aunque los últimos avances fueron significativos ninguno de los mayores daba ese paso importante, y el gran Valentino Romero no había invertido casi un año de su vida para que aún no puedan llamarse novios. La chispa especial que flamea en sus miradas es suficiente para entender que están destinados, sólo faltaba un último empujón.

ㅡYo creo que la idea no es tan mala...

¡Sí, alguien con sentido común! Lisandro miró a Nahuel incrédulo.

ㅡEs poco realista considerando nuestros ingresos pero con unos cambios puede funcionar.ㅡ Añadió Nahuel intentando encontrar un punto medio.

Bien, quizá había exagerado un poco con las ideas, quizá su tío Licha tenía razón al decir que una cena frente al mar bajo la luz de la luna era demasiado. Él sólo quería crear un ambiente lindo y romántico para que su padre pudiera declararse adecuadamente.

ㅡSi sugerís que hagamos algo nosotros, te recuerdo que esto es un dos ambientes y que vivimos a delivery.ㅡ Refutó el entrerriano.

ㅡPero tenemos un lindo balcón.

Dos contra uno. De un segundo a otro Valen y Nahuel se amotinaron en el sofá para desmoronar su papel de adulto responsable con sus miradas suplicantes, incluso el perrito que había despertado parecía estarlo mirando. Era increíblemente fácil ablandar su corazón.

Finalmente, Lisandro exhaló rendido.

ㅡ¿Qué tenés en mente?

Aires de celebración estallaron en la sala haciéndole rodar los ojos con diversión, era obvio que jamás podría ir en contra de su dupla favorita.

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El manto nocturno cubrió Buenos Aires y las estrellas brillaban celosas del resplandeciente amor que paseaba por las calles de la ciudad. Las manos entrelazadas con ternura y los cachetes colorados de tanto reír.

Cupido usa crayónes • CutisonWhere stories live. Discover now