46. Bosque y café

29 5 6
                                    

Ho Seok y Yoon Gi están en casa preparando la cena, no hace mucho que llegó Ho Seok y Jung Kook debe continuar en el estudio de tatuaje. Ho Seok habla cosas triviales del trabajo y Yoon Gi hace lo mismo. En ocasiones no saben si siempre han sido pareja o si es que su vida de amigos no ha sido afectada por tener relaciones sexuales. ¿Importa? Lo único que les importa a ellos es lo mucho que se aman y que nada haya cambiado es algo que les maravilla, porque es lo que les confirma que siguen siendo ellos después de todo.

—Yoon Gi, hay algo que me lleva rondando la cabeza desde hace un tiempo, —dice Ho Seok soltando el cuchillo y apoyándose en la encimera—. Mucho más después del celo de Jung Kook.

Yoon Gi se le queda mirando confuso, baja el fuego para prestarle atención. Se apoya también en la encimera y con algo de nervios anima al alfa a hablar.

—Dime, que me preocupo, —dice el beta intentando parecer tranquilo.

—Simplemente quiero saber cómo has vivido esto, —dice Ho Seok con un tono relajado—. Muchas veces me pregunto en qué se diferencia Jung Kook del resto de omegas. ¿Cómo has vivido este celo? Quiero decir, entiendo que ya habías estado con un alfa en celo, entonces conmigo, pues no fue ninguna experiencia nueva. Pero no me has dicho cómo te has sentido con esto. Simplemente te has preocupado por como me sentía yo al respecto o por Jung Kook, ¿pero qué hay de ti?

Yoon Gi se queda unos segundos pensativo mirando al suelo mientras hace pequeñas muecas con sus labios.

—Esto es algo que ya he dicho en alguna ocasión, la diferencia que he encontrado en Jung Kook más allá de que siento que forma parte de mí, es que con él puedo ser completamente yo. No tengo que fingir ser lo que esperan de mí. —Yoon Gi necesita tragar tras estas palabras—. Y con el celo de Jung Kook ha sido un sentimiento completamente diferente. Nunca me ha gustado ser dominante en... ese sentido de... sentir sumiso a quien está conmigo. En cambio, esta vez necesité ser el dominante, fue muy raro. Diría que algo exterior a mí me obligó mientras que yo no quería, pero sería mentira. Amé tanto... saciarlo, calmarlo. Inevitablemente no me pude evitar sentir mal, porque después de todo yo no soy tú y sé de sobra que para él no es lo mismo.

—No digas estupideces, —le corta raudo Ho Seok.

—No hablo a nivel personal, sino en lo que se refiere a lo físico, —aclara Yoon Gi—. Antes de llamarte, cuando estuve hablando con él, una de las cosas que me dijo es que era el mejor del mundo, que compartía el primer puesto, pero que aún así, eso estaba muy bien. —Yoon Gi mira fijamente los ojos de Ho Seok—. No dudo de que me ame, ni de que no le guste, pero soy consciente de que, aunque él me diga que no, su cuerpo no reacciona igual a mí que a ti, es algo que ninguno puede controlar. Aunque he de reconocer que conseguís que me sienta como un igual.

—Deja de machacarte con eso, —le pide Ho Seok dolido.

—Aunque no quiera, una parte de mí no puede evitarlo, —explica dándole un abrazo, ama sentir los brazos del alfa alrededor de su cintura—. Pero agradezco que con cada pequeña cosa, os esforcéis en hacerme sentir en un igual.

—Lo que eres, —dice firme Ho Seok dejando un beso en su mejilla para esconderse después en su cuello. Le duele de verdad que hable de esa forma.

—Lo sé, me cuesta creérmelo, pero os encargáis de que cada día esté más seguro de ello, —susurra Yoon Gi deseando que ese abrazo se alargue eternamente mientras se deja impregnar del olor a bosque.

No se mueven hasta que tienen que continuar con la cena, pues no se va a hacer sola, entonces es Yoon Gi que se ve con la necesidad de sacar un tema a flote.

—No quiero dar a entender nada, ni es algo de lo que quiera hablar ahora mismo con Jung Kook, me imagino que él también se lo estará planteando y de no hacerlo, pues no quiero preocuparlo o yo que sé, —se vuelve a poner nervioso Yoon Gi.

—Di lo que sea, —le anima Ho Seok con una sonrisa.

—Es normal que Jung Kook tenga que hacerlo más de una vez durante el celo, pero... —deja la frase en el aire dando a entender a lo que se refiere.

—Ya, yo también he pensado en eso, —dice Ho Seok haciendo una mueca—. Un poco de miedo sí que me da.

—¿Realmente es posible que su cuerpo necesite tanto...? —pregunta Yoon Gi sin entender.

—No lo sé, pero realmente siento que hay algo en Jung Kook que va más allá de nosotros, —dice mirando al infinito como si su mente estuviera maquinando algo.

—¿Por qué dices eso? —pregunta Yoon Gi confuso.

—¿Recuerdas la época en la que le dio por comprarnos cosas suaves? —La pregunta de Ho Seok hace que los pequeños ojos gatunos de Yoon Gi se abran de golpe.

—No puede ser que pretendiese construir un nido, ni siquiera estábamos juntos en ese momento, —se apresura a responder Yoon Gi.

—Sé que suena ridículo, y es probable que ni siquiera él fuese consciente, pero piénsalo, —insiste Ho Seok.

—Ni siquiera ha terminado la carrera, no puede estar planteándose tener ya familia con hijos y todo. —A Yoon Gi le está explotando el cerebro. Ni siquiera él se siente preparado para tener hijo, como Jung Kook se podría plantear semejante cosa antes de que estuvieran juntos incluso.

—No creo sé si realmente sea por eso, o si es que tiene que haber "suficiente" Jung Kook para los dos, —explica Ho Seok viendo la cara de horror de Yoon Gi—. Por otro lado, lo del nido, creo que más bien es por nosotros, y por él.

Yoon Gi anota cada palabra de Ho Seok en su mente e intenta analizarlas para sacar sus propias conclusiones.

—Te refieres entonces, a que quiere hacer nuestro nido, para nosotros y para él, —repite Yoon Gi asimilándolo todo.

—Sí, no me parece nada convencional, por así decirse, pero supongo que no somos nada convencionales, —se ríe Ho Seok.

—De hecho, desde que estamos juntos no nos ha regalado nada más que sea así suave, —continúa el beta.

—Ahora que llega el frío, podemos plantearnos el poner la manta si te parece bien, seguro que a Jung Kook le gusta encontrársela.

El plan de Ho Seok le fascina a Yoon Gi. Está deseando que entre el otoño definitivamente para así poder poner la manta. Y que puedan usar los jerséis, sí a todo, pero la mente de Yoon Gi recupera un punto del que no ha hablado.

—Con lo que respecta a su necesidad insaciable de hacerlo una y otra vez, la verdad es que no me gustaría pensar que lo hace para... contentarnos. Me resultaría muy desagradable, —continúa ahora asqueado por sus palabras.

—Me pasa, no quiero que su condición de omega le arrastre a eso, —dice Ho Seok resoplando—. Es que tampoco creo que sea por una cuestión de que quiera tener ya hijos, —espeta repentinamente.

—¿Por qué estás tan seguro? —pregunta sin entenderle.

—¿Cómo te sientes tú al respecto? —se interesa Ho Seok—. Sí, cuesta mantener el control, pero no... No ha sido tan bestia por mi parte como para no tener conciencia plena de mis actos.

—No sé si yo le sentiría como tú, no tengo ni idea, porque jamás me ha pasado nada como esto, —dice Yoon Gi con el cerebro hecho papilla ahora mismo—. Pero supongo que llegado el momento, lo sabremos, no lo sé, me imagino que tendrá que ser algo para lo que estemos los tres preparados.

—Supongo...

Realmente puede darse todo de tantas maneras, que el abanico de respuestas es tan grande que abruma tanto al alfa como al beta. Deciden continuar con la cena y cuando ya está casi lista, aparece Jung Kook por la puerta. Sin duda alguna, ese momento en el que se juntan los tres después de todo el día es el preferido del trío.

☘️TARDE DE OTOÑO☘️ -SOPEKOOK-Where stories live. Discover now