Capítulo 5: Valiente

54 3 8
                                    

Liam's P.O.V

-No te lo pienses.-susurro mientras me miro en el espejo.-es sencillo.

Todo el finde semana me he mentalizado para este momento y miles de escenarios se han dibujado en mi cabeza, pero con lo pesimista que soy todos acaban mal.

Al salir del baño veo como Júlia pasa por el pasillo y tras llamarla varias veces, se gira en mi dirección.

-¿Me estás ignorando?-ella abraza los libros a su pecho y desvía la mirada.

No ha contestado a ninguno de mis mensajes.

-¿Todo bien?-vuelvo a preguntar al ver que no me ha respondido todavía.

-Sí, es que tengo prisa.-señala a sus espaldas y se mueve inquieta.

-¿No vienes a la cafetería?

-Tengo mucho lío, hoy me quedaré en la biblioteca.-frunzo el ceño y ella sonríe enseñando sus dientes.-adiós.

Sin darme tiempo a responder, Júlia ya está al final del pasillo.

¿Qué le pasa?

Dudo que sea por el beso que nos dimos, aunque a decir verdad, yo no dejo de pensar en ello.

Aparto ese pensamiento y camino decidido a la cafetería. Mi hermana está sentada en una mesa mientras habla por teléfono y María se encuentra a tan solo unos metros.

Ríe, como de costumbre, con sus amigas y come lentamente su ensalada.

-Recuerda, has superado tu miedo...

Justo cuando doy unos pasos, ella se levanta hasta una máquina expendedora para pillar un refresco.

Mis pies se mueven solos y cuando menos me lo espero, estoy a su lado.

-María.-mi voz es débil y ella no me escucha.-María.-vuelvo a repetir después de carraspear mi garganta.

Sus hermosos ojos verdes me miran atenta y cuando me reconoce dibuja una cara de sorpresa.

-Liam, el chico de la bicicleta.-su sonrisa me corta el aire y quiero huir de nuevo.

-Soy yo.-me encojo sobre mi sitio y ella da un paso atrás.-quería...disculparme por...por...

-¿Casi atropellarme?-suelta una carcajada y siento como mi cara se calienta.-no pasa nada, ¿tú estás bien?

Sus ojos me examian el cuerpo entero y siento un escalofrío.

-Sí.

-Te diste un buen golpe.-frunce el ceño y no deja de mirarme hasta que su mano rodea mi brazo musculado.

Suelta una pequeña risa al notar las horas de ejercicio y yo sonrío tímidamente.

-De todos modos yo iba distraída, tengo parte de culpa.

-No no...yo iba demasiado rápido.-consigo decir casi sin pensar.

-El viernes lo tengo libre.-toma una pausa y suelta mi brazo.-¿te apetece quedar?

-Sí.-respondo al segundo.

María vuelve a reír y deja un mechón de pelo detrás de su oreja.

-Genial, ¿a la salida en la puerta principal?-asiento y ella se despide con la mano antes de irse.

Observo como se marcha y sus amigas miran en mi dirección y cuchichean cosas sin dejar de mirarme. María solo mira de reojo y yo le sonrío.

Deja de observar como un bobo y camina hacia una mesa.

La misma historia prohibida Where stories live. Discover now