Capítulo 11: Hipnotizado

35 4 5
                                    

Liam's P.O.V

Hace días que no veo a Júlia y se me hace raro, pues el mayor tiempo que hemos pasado separados han sido tres días, cuando se tuvo que ir con la familia de su padre a una casa rural.

María no deja de mandarme mensajes así que por esa parte estoy entretenido, pero me muero por contárselo a mi mejor amiga y nada de mensajes que se pierde toda la magia.

“¿Sigues enferma?”

Le mando un mensaje nada más salir de la cama, recién despierto.

“Estoy mejor”

Me sorprendo al recibir respuesta antes de llegar al baño.

“¿Te apetece quedar?”

Miro el móvil, ella está en línea. Esos segundos se me hacen eternos hasta que me decepciono al ver que se ha desconectado sin responderme.

¿Qué he hecho mal?

“¿Sigues enfadada por lo de la fiesta?”

Me atrevo a preguntar y Júlia solo responde con un simple:

“No.”

Entonces, ¿qué?

Nunca me ha gustado insistir, pero es que no saber de ella me pone nervioso. Siempre ha estado a mi lado, forma parte de mi vida.

“¿He hecho algo mal?”

Continuo sin obtener respuesta.

-Buenos días, hijo.-me saluda mi madre con una sonrisa. No me había dado cuenta de que me he parado en medio del pasillo.

Levanto la vista del teléfono y ella frunce el ceño.

-¿Ocurre algo?

-No, es solo que...¿Abril te ha contado algo de Júlia?

Su expresión facial se acentúa más.

-¿Le ocurre algo?

-Está muy rara últimamente.-ella sonríe y enseguida le quita importancia.

-Cielo, ahora que te has juntado más con María es normal que se sienta desplazada.

-Espera un momento...¿cómo sabes tú lo de María?

-Liam, soy tu madre.-suspira y pone el pelo detrás de su oreja.-sé que siempre te ha gustado y ahora estás más contento así que...

-Lo has intuido y yo te lo acabo de confirmar.-quiero llevar las manos a mi frente por no haber pensado en eso antes.

-Tu padre y yo te daremos la charla.

-¡Mamá!-quiero escapar pero ella ocupa todo el estrecho pasillo.

-Solo queremos que uses protección, que la respetes siempre y seas cuidadoso.

-Sí sí, lo que digas.

-Y si te da vergüenza comprar condones, se los pides a tu padre y que te enseñe...

-¡Basta!-levanto las manos bien arriba y ella se sobresalta.-es demasiado pronto para esta conversación.

-Lo hacemos por ti hijo, no querrás ser padre tan pronto.

-¡No!-en cuanto veo la oportunidad me escapo hasta el baño y me encierro dentro.

Desde luego que no quería tener esta conversación.

...

-Hola César, ¿está Júlia en casa?

La misma historia prohibida Where stories live. Discover now