Capítulo 16: Idiota

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Liam's P.OV

Nada más levantarme la veo, María duerme plácidamente recostada en mi pecho y yo dibujo una pequeña sonrisa.

¿Hay algo mejor que esto?

Sin despegar la vista de su cara, agarro el móvil que dejé en la cama y al desbloquearlo me asusto al ver tantos mensajes de Júlia.

-¡Jodeer!-me levanto de golpe haciendo que la chica a mi lado se despierte.

-¿Qué pasa?-pregunta al ver cómo me muevo rápido por la habitación.

-Júlia...-intento controlar mi respiración mientras agarro todo lo que necesito y me pongo las zapatillas pegando saltos.-habia quedado con ella, debes irte.

María se recuesta en sus codos para observarme mejor y me mira con una sonrisa.

-No pasa nada, ya la verás mañana.

-No, jodeer...-revuelvo mi pelo y ella me mira molesta, he sido demasiado duro.-perdona, es que...

-Lo entiendo, ella es importante para tí.-se levanta para poner sus zapatillas y pasa por mi lado para dejar un beso en mi mejilla.-tal vez demasiado.

María sale de mi habitación y yo tras ella balbuceando cosas sin llegar a decir nada en concreto.

-Nos vemos en clase.-se va y yo me quedo en la puerta sin saber que hacer.

-Liam.-escucho la voz de mi padre, pero no me giro.-¿esa es la famosa María?

Cuando veo su cara sé que me observa curioso y ruedo mis ojos.

-No estoy de humor, papá.

-Ya veo ya, se ha ido bastante molesta.-suelta una pequeña risa.-¿qué le has dicho?

-Nada, me voy que he quedado con Júlia.-me giro para agarrar mi chaqueta y mi padre ríe todavía más.

-Entonces debe ser eso.

-¿El qué?

-Está celosa de Júlia.

-Menuda tontería, ella es mi mejor amiga.-mi padre asiente mientras se acerca más a mí.-no me gusta.

-Hijo.-dibuja una diminuta sonrisa mientras acomoda sus gafas.-te recuerdo que yo me casé con mi mejor amiga.

Doy vueltas a lo que me acaba de decir pero mi mente es incapaz de relacionar esos fuertes sentimientos con Júlia, a pesar de la escena que me he imaginado antes.

-Lo nuestro es distinto, papá.

-Yo no te veo muy seguro.-niego y salgo por la puerta para dejar esta conversación atrás.

Camino rápido hasta su casa pues intuyo que no seguirá en la cafetería. Me siento el peor amigo del mundo, debí de estar allí para ella.

Espero que no se haya arrepentido de ir, ya que le costó mucho hacerse a la idea.

Pico varias veces al timbre mientras intento agarrar aire después de la maratón que me he metido hasta aquí.

Abril abre las puertas y se sorprende al verme, ella se piensa que no la he visto pero limpiaba una lágrima que se acumulaba en su ojo.

-Cielo, ahora no es buen momento.

¿Acaso Júlia le ha contado?

-¡Debiste decírmelo!

-¿Está bien?-pregunto preocupado al ver que los gritos no cesan.

-Liam, será mejor que vuelvas mañana.-es imposible responderle, ya había cerrado la puerta en mi cara.

Me giro pero al dar un par de pasos más, me paro en la calle y miro hacia atrás. Estoy preocupado por ella.

Debí ir con Júlia a esa cafetería y por puro egoísmo, falté. Es algo que nunca me voy a perdonar, ella confiaba en mí y he fallado.

...

Le he mandado varios mensaje pero todavía no me ha respondido ninguno, María tampoco.

Miro el techo de mi habitación mientras pienso en todo lo que ha ocurrido. Tenía una vida bastante sencilla, ¿cómo ha podido torcerse tanto?

Escucho cómo pican a la puerta y les grito para que entren.

-La cena ya está lista.-dice mi hermana con tono amable.

Luego está ella, quién se puso de parte de su novio antes que de su propia familia.

-No tengo hambre.

-¿Sigues enfadado conmigo?-pregunta sin rodeos, al no responder, ella recibe su respuesta.-debes entender que le quiero.

Esas palabras me pillan desprevenido y me giro para verla.

-Clara, tu debes entender que él no te conviene.-ella baja sus mangas y desvía la mirada.

-Cuando estés enamorado de verdad, lo comprenderás.

Quiero rebatirle para dejarle claro que estoy enamorado de María pero no me veo con fuerzas de seguir discutiendo, así que vuelvo a fijar mi vista al techo.

Sé que María es el amor de mi vida, pero me paso todo lo que queda de noche pensando en mi mejor amiga. Me preocupa más que mi disputa con María.

¿Cómo le habrá ido la quedada con su madre?

¿Habrá ido sola? Tal vez llamó a mi hermana.

¿Me odia?

Doy vueltas en mi cama y no consigo dormirme, así que me visto y tomo rumbo a casa de Júlia.

Al llegar, trepo por su enredadera, como muchas otras veces y me asomo por su ventana, puedo ver cómo está de rodillas en la cama mientras llora silenciosamente.

Estoy a punto de picar para que me deje entrar pero una figura se sienta a su lado extendiendo un pañuelo. Ellos se abrazan y no es hasta que me estiro un poco cuando veo quién es.

Alan.

¿Qué hace aquí?

Mi amigo limpia la cara de Júlia antes de dejar un pequeño beso en sus labios.

¿Qué cojones está pasando?

Ella le sigue la intensidad y ambos se dan el lote en su cama, por extraño que parezca, yo no desvío la mirada ni un momento.

Menudo hijo de puta, le advertí.

Júlia me lo ha ocultado.

¿Cuánto tiempo llevarán juntos?

¿Acaso me ha mentido sobre lo de su primer beso?

Pensé que había sido conmigo, pero tal vez ya tenía experiencia, por eso se volvió tan intenso.

Siento mi respiración alterada al ver cómo mi amigo empieza a acariciar su espalda por dentro de su camiseta, haciendo que se suba un poco.

Quiero desviar la mirada pero me resulta imposible, a la vez me sabe mal estar espiándola, así que empiezo a bajar.

Camino hacia casa a paso lento y no me quito la escena de mi cabeza. Enseguida vienen flashes de cuando estaba con María, concretamente el momento en el que me imaginé a mi mejor amiga.

Al llegar a casa y tumbarme en mi cama, me percato de que tengo una erección de campeonato.

Joder Júlia, ¿qué estás haciéndome?

Sexnolove

La misma historia prohibida Where stories live. Discover now