Capítulo 36: Todo lo que he hecho mal

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Amelia.

Admiro la belleza de mi hija menor mientras le sonrío y agarro la manita.

John está leyendo su revista de negocios preferida, acostado del lado derecho de la cama.

Mi esposo es maravilloso, pero Julián volvió a aparecer en mis pensamientos. Trato de eliminarlos pero es imposible, porque sigue ahí, sigue siendo el padre de mi hija. Estoy demasiado confundida.

Julián, John, John Julián.

No me perdonaré el haberlo engañado con Julián, «no se lo merecía». Pero el pecado es tan atractivo que cedí. Un día antes de la boda, se lo confesé. Obviamente le dolió, pero aun así quiso casarse conmigo.

Algún día tendremos que contar la verdad.

Luego está el asunto de mi hija mayor, pobrecita. ¿A quién le pasan esa clase de cosas a esa edad? Justo hablé con mi amiga Cristel, al parecer es la única que puede entenderla.

— ¿En qué piensas Mel?

Suspiro.

En todo lo que he hecho mal.

—En Vera, ya sabes. Es tan joven y con tantos problemas... primero lo de Diego, lo de Vanessa, luego lo de León.

Se acerca para abrazarme y el sentimiento de culpa por la infidelidad se vuelve más grande.

—La niña es fuerte, saldrá de esto.

—John, perdóname. No te merezco. —Digo, aún en sus brazos.

—Amelia, ya lo hablamos. Te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo.

— ¿Y eso no te importó?

—Por supuesto, me dolió, y mucho. Ya teníamos algo y en cuanto lo viste, caíste de nuevo. Y volvió a suceder lo mismo. Lo mismo. Pero no iba a dejar que eso me arrebatara lo que más quiero.

Sí, pero no pudo reclamarme porque le saqué lo de que si no hubiera sido por él, Julián y yo a lo mejor aún estaríamos juntos.

Tengo que hablar con Vera, su padre quiere verla.

Tampoco ha dejado de mandarme mensajes diciendo lo mucho que me extraña, que le dolió que me haya casado de nuevo, que John no me merece por ser el culpable de nuestra separación, pero le recuerdo que él pudo no haberle hecho caso en lugar de actuar como un cobarde. Otras veces, me dedica canciones, habla sobre cómo le va en Italia siendo policía. Honestamente me desconcertó mucho que se haya convertido en policía, me preguntaba por qué no fue a pedirles ayuda a sus padres. Su cerebro definitivamente daba para más, también me siento culpable por eso. Y lo peor es que sus padres me lo advirtieron, tenía un futuro brillante. Aunque habría sido más brillante el que hubiéramos construido juntos. 

Supongo que, mientras no decida, tendré que seguir con mi brillante plan. 

My Rockstar Lover [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora