Capítulo 2: Soy una mentirosa

19 10 0
                                    

Rayos, ¿Por qué no sólo les dije la verdad y ya? ¿Por qué no les dije mi nombre? Ahora tengo una hermosa canción y me llamo María.

Creo que no es rock, o tal vez, estoy muy conmovida porque al fin tenía una canción propia falsa. Digo falsa, porque no me llamo María, y esta canción está muy bonita, así que ahora es mía, cómo dijeron los de la banda.

No pude contener las ganas de bailar, así que sólo lo hice y me dejé llevar por la melodía, era como si estuviera sola en mi habitación, bailando como loca, todo a mi alrededor desapareció, sólo estábamos yo, y ammm... Yo.

María.

María. —La voz tosca con la que ya me estaba familiarizando me trajo de vuelta a la realidad.

Soy una mentirosa.

¿Eh, mande?

¿Quieres un mojito?, o, ¿Qué tal un juguito de manzana? —Dijo en tono burlón.

Oh, ¿Cuál es su obsesión por los Mojitos?, ¿Tan buenos están?

Me dejé llevar por el momento, no estaba pensando, así que accedí.

El Mojito estará bien.

Okay, genial, el Mojito entonces. Aunque, admito que pensé que escogerías el segundo.

Bueno, en realidad, no me conoces en lo absoluto.

Supongo que en eso tienes razón. Salud por eso.

Ambos charlamos por un largo rato mientras bebíamos Mojitos. Ahora entiendo a Diego, los Mojitos son una delicia, tienen este sabor mentolado que hace que no esté tan áspero, al principio quemó un poco en mi garganta, después me acostumbré al sabor.

Mi cabeza comenzó a dar vueltas, estoy un poco mareada, pero, extrañamente feliz. Mi ánimo cambió por completo. Me dieron muchas ganas de bailar. Pero sabía que tenía que irme ya si no quería que esto acabara mal.

Decidí llamarle a Luka, es como mi hermano, puedo contar siempre con él, incluso si necesito que venga por mí a mi primera borrachera. Eso creo.

¿Luka?

¿Vera? ¿Qué carajos estás haciendo?, ¿E—estás en un antro?

Creo que lo supuso por la música a todo volumen de fondo, personas hablando, gritando y mucho escándalo. Ni siquiera supe cuando el lugar se infestó de personas, sólo estaba tan ocupada hablando con Diego y con los chicos, que ni siquiera me percaté de eso.

¿Cómo lo sabes? —La ebriedad me hacía preguntar cosas estúpidas.

¿Que cómo lo sé?, ay Vera —suelta un soplido de desesperación—. Estás peor de lo que imaginé.

Y no, no es un antro, es un bar muy cool, oh, y estoy con unos chicos que wow.

— ¡Same, bitch! Y espero por tu bien que no te hayas liado con alguno de esos estúpidos.

¿Quéee? Nooo.

God. Voy por ti, ¿En dónde estás?

En el paraíso, o eso parece.

Diego me estaba gritando para que regresara con él, pero lo ignoré por completo y seguí en mi llamada.

Maríaaaa, ¿En dónde estás? —Preguntó con cierto tono de desesperación y pude reconocer que él también estaba borracho.

My Rockstar Lover [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora