4 | The care bear's powers

19 3 26
                                    

📍 14 de junio de 2021 | Budapest, Hungría.

Sara P.O.V.:

En términos de ser la reina de las mentiras, realmente...no lo soy.

En realidad mi apodo seria la reina de la Omisión, porque siempre omito decir detalles de mi vida pasada jeje.

Claro, que sumale que tengo una labia que nadie me compra, aún mejor.

Pero claro que ahora me dejaba loca es el atrevimiento de Isabella Salazar, aunque ojo me alegro que por una vez en su vida se le metiera malicia a ese pequeño cuerpito inocente, me preocupaba su situación. Porque en en terminos de soportar todo el peso ella sola, no lo estaba soportando.

Asi que aquí venía mi ayuda con el gran poder de la amistad, así a lo Ositos Cariñositos que al final ni sé cuál es mi poder, verdaderamente.

Le conté a mi almohada la situación a ver si podía darme ideas colocándole todos los parámetros que pidió mi compinchis, pero Calahan no consiguió alguna respuesta a mi duda. Porque no sabía como iba a ayudarla con esa lista de "No" que me dejo.

¡Literal me estaba complicando la existencia, y yo no quiero canas antes de los 40!

Terminé de enviarle el mensaje a Danielle que cualquier cosa echara un grito, recordándole que luego de que Calahan y yo salieramos del gimnasio, teníamos que repasar las líneas de esos dos, ya que les tocaba una escena modo Moreau, digo dramática.

Dejé mi teléfono a un lado, limpié con una toalla el sudor de mi frente y clavícula mientras escuchaba de fondo los golpes del saco de boxeo que ni sé quien coño lo usaba, pero esperaba que lo desocupara rápido luego de hacer mis ejercicios de pesa en las piernas, ya que tenías ganitas de golpear un ratito.

Tengo que dejar fluir mi yo violenta al saco.

Me levanté con cuidado, tomando mis cachachás y dirigiéndome a la otra área, sin antes sonreírle a Calahan que me divisó desde el otro lado del gym.

Que lindo es mi novio.

Mariquita.

Ay cállate, pendeja.

Ay, disculpe!-dije rápidamente, casi muriéndome de la vergüenza por la persona que casi atropeyo por andar yo en mi nube, pero luego se me calmó el pánico al ver que era el papá de Isabella-Sr. Dante, ¿y eso, usted por aqui?

Me sonrió divertido-Entrenando a tus queridos muchachos, terminé con Cal y ahora voy con otro de los cinco que tengo distribuidos por este gimnasio.

-¿Y sabe dónde está Ben?-cuestioné en joda que lo hizo reír y negó, por ello. Claramente él sabía mi fanatismo por Ben Barnes que ahora era más ligero a lo que era hace un año que casi me iba dando una vaina cuando lo vi como a unos 10 pies de mi, pero eso jamás se lo conté.

My Funny Valentine || Paddy Gibson ©Where stories live. Discover now