DIECINUEVE.

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—Oh Harry, no pares por favor, estoy tan cerca.

Louis gimoteaba ahogado en el placer que le producía tener a su esposo dentro de él, y no le bastó más que un par de estocadas para llegar, gracias a la sobre estimulación que le causaba la fricción en su pene con la almohada que tenía entre sus piernas. Y Harry se corrió segundos después al sentirse sofocado cuando su pene fue apretado en el interior de su lindo Lou.

Harry besaba la espada dorada por tanto sol de Louis y acariciaba su barriga sin salir aún de él, era su última noche de luna de miel y en la última semana solo podían tener sexo en esa posición, haciendo Harry de cuchara grande y poniendo una almohada entre las piernas de Louis para sujetarlas ya que su dulce criatura había decidido dar un estirón repentino a penas pasó la primera semana después de la boda.

—No quiero tener que volver, amor. —La voz de Louis de escuchaba deshecha, por tanto gritar y un poco también por haber tenido el pene de Harry en su garganta por un buen tiempo.

—Es agotador el sólo pensar que tendremos que volver y hacer la mudanza completa.

—Ni lo digas, si no fuera porque estoy tan emocionado por la casa te pediría que nos quedemos en el piso un poco más.

—La única ventaja que tenemos es que no nos llevaremos los muebles, fuera de eso todo es horrible, no quiero tener que acomodar todo lo demás.

—Esperemos que Ni si pueda ayudarnos el fin de semana.

—Esperemos que si, pero por ahora tienes que dormir, cariño, apenas salga el sol tenemos que ir corriendo al aeropuerto.

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—Pero que mierda.

—Es de mala educación soltar insultos antes de saludar, Ni.

—De hecho es de mala educación soltar insultos en general. —Agregó Harry con una gran sonrisa en su rostro al ver a su mejor amigo al otro lado del portal.

—Bueno, pues lo siento, pero ¿qué mierda pasó? No los vi sólo dos semanas. ¿Te has tragado una pelota de playa?¿Es eso Lou?

—Al parecer bebé quiso salir a saludar a la mitad de nuestras vacaciones. —Louis se frotaba la barriga hinchada haciendo movimientos circulares —Es asombroso ¿no crees?

—Te ves hermoso, mamá se moriría si te ve.

—Ni lo digas, pero pasa, Ni. Hay mucho que hacer hoy.

—Odio las mudanzas. —Dijo Niall mientras abrazaba a su hermano y a su mejor amigo.

—Solo termino de preparar el desayuno y comenzamos. —Harry fue directo a la cocina donde antes de que el timbre sonara estaba apunto de preparar unos huevos con jamón.

Louis y Niall se sentaron en el sofá a esperar para ser llamados a desayunar.

—¿Qué tal estuvo la playa? —preguntó Niall.

—Perfecta, el agua siempre estuvo exquisita pero el vuelo, muy cansado, la espalda me está matando, de pronto la barriga pesa mas del doble que hace dos semanas.

—¿Y eso está bien? Quiero decir, no nos tenemos que procurar ¿verdad?

—No, Ni. En el médico nos dijeron que podía pasar, que la barriga botara de pronto, pero no pensé que sería tan de pronto.

—Creo que sólo estaba esperando a que pasara la boda.

—Muy considerado de su parte, lo vamos educando bien, me ahorro el estrés de los ajustes en mi traje. —Louis tenía su sonrisa orgullosa.

Cama para dos. LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora