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Capítulo extra y especial dedicado a Bobby, ya dos meses sin el patitas de cheeto, como lo extraño :(

Bobby seguía resentido con sus padres por no haberle dado la pizza que tanto quería y le habían prometido

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Bobby seguía resentido con sus padres por no haberle dado la pizza que tanto quería y le habían prometido.

Reflexivo y a la espera de que su madre le diera permiso de ir y explorar un poco el pueblo, se encontraba sentado en una banca de madera del cuartel de los Guardias Reales.

Bobby se consideraba así mismo valiente.

Le gustaba salir de aventuras con sus padres.

Sus tíos.

Y con su futuro abuelo.

Pero en ese instante tan solo tenía una cosa en mente:

Superar a Richarlyson.

A Bobby le caía muy bien aquel híbrido de dragón, después de todo eran de la misma especie, sin embargo le molestaba la atención que le brindaban muchas personas.

Era un niño bastante celoso. 

Aunque el pequeño jamás lo admitiría. 

–¡Bobby!

Escuchó la voz de su madre llamándolo, así que fue corriendo hasta llegar a sus brazos.

–Mi niño, mami tendrá que doblar turno, ya envié a alguien para que le avise a Roier y venga por ti.

El pequeño castaño frunció el ceño y se cruzó de brazos.

–Bobby eres un buen niño y paciente – Jaiden acarició su espaldita con amor. – Si quieres puedes ir al establo del cuartel y que te den un paseo en caballo.

Y en ese momento el pequeño tuvo una idea.

Asintió rápido y se sacó del agarre de su madre, aterrizando con gracia y corriendo fuera del cuartel.

Jaiden suspiró contenta, le alegraba mucho ver a su pequeño feliz y revoloteando por ahí.

Mientras tanto, el híbrido de dragón ya se había escabullido en una carreta en dirección de aquel pueblo pequeño donde vivía su nuevo amigo.

O rival, dependía del día.

El transcurso del cuartel de la Guardia Real hacía las favelas en realidad no era muy largo, quedaba a media hora caminando o a 15 minutos en carreta.

Pero para un niño el tiempo pasa lento, así que Bobby se sentía ansioso, como si acabara de emprender el viaje más largo y peligroso de su vida.

Al llegar al destino brincó rápidamente antes de ser descubierto por el dueño de aquel transporte.

No hizo falta caminar mucho para que el pequeño pudiera ver a lo lejos aquellos rizos de su nuevo amigo y su tan característica camiseta amarilla.

Estaba a punto de correr en aquella dirección pero fue interceptado por alguien.

Revolución | Guapoduo (Hiatus Temporal) Where stories live. Discover now