vingt-six

878 173 12
                                    

Si de algo se arrepentía ahora mismo es, sin duda alguna, de su curiosidad.

—It's... good to see you around here, I genuinely thought you weren't coming back —dijo en voz baja, tímido de la presencia del de ojos morados.

Odiaba está situación.

No pensó mucho cuando vio la estructura, lo dejo pasar porque, sinceramente, no tenía ganas de lidiar con las tonterías de sus compañeros o de quien sea que manejara la isla, solo quería estar en paz con su hija ese día.

Pero ver a Leonarda tan nerviosa ante la estructura gigantesca le hizo pensar en lo peor, en que eso tal vez significaba alguna amenaza para su niña. Se acercó a aquello, ignorando las súplicas de su hija por no ir.

Y ese fue su error.

—Um-hum... —Vegetta miró a otro lado, queriendo evitar aquella mirada esmeralda que volvía loco a su frágil corazón.

Foolish se dio cuenta de que Vegetta probablemente no había entendido la mayoría de las cosas que le dijo. Sonrió aún con aquella aura tímida al tener al otro frente a él después de tanto tiempo.

—Yo te extra... extranie, uhm, ¡extrañé! —soltó un gritillo alegre al recordar la palabra— Y miedo tengo de no... no verte ja...más —terminó de decir, nervioso ante la atenta mirada del hombre. Sabía que no era el mejor hablando español, pero estaba esforzándose de verdad, porque Vegetta era todo para él, y ahora lo entendía.

Mientras que Vegetta... oh, Dioses, él quería llorar, echarse en los brazos del semidiós y llorar hasta quedarse dormido. El problema era que no sabía si de felicidad por lo que acaba de oír o de frustración ahora que sabe que nada de lo que dice o siente el otro es real.

Cuando llegó a la estructura gigante se esperaba cualquier cosa, mina, bombas, TNT, trampas, mierda, ¡incluso tenía la esperanza de que estuviera vacía! Jamás pensó que se encontraría con el hombre que lo mantuvo noches despierto, llorando por él y por el cual descuido a su hija (a pesar de que lo último en realidad era así culpa, pero no era tan pesado al echarle un poco de culpa al otro).

Cerró sus ojos con fuerza, dejando escapar un suspiro, dándose cuenta de todo el aire que había estado reteniendo.

—¿Qué es eso? —señalo la estructura, deseando irse de ahí lo más pronto posible.

—Oh, uhm... —empezó a rascarse uno de sus brazos, debatiendo si mentir o decirle la verdad— it's... a present para tú —miró a Leo de reojo, viendo como su hija negaba una y otra vez por la equivocación, escribiendo en su mano la palabra correcta— oh, I meant ti, para ti.

El mayor rio de la ternura provocada por el semidiós, relajando su cuerpo y sintiéndose menos abrumado.

—¿Puedo verlo? —preguntó con genuina curiosidad e intriga.

—Yes! But, well, you have to wait until tomorrow —habló rápido, casi sin darse cuenta—. I'm so sorry but I just need to make sure of everything is perfect, I don't wanna to get you disappointed for a little mistake so... —empezó a hablar cad a vez más rápido, nervioso ante lo que el otro pudiera pensar de él.

—It's ok, tomorrow I see it —interrumpió con una pequeña sonrisa.

Sí, sabía que en los siguientes días se iba a arrepentir de acceder a verlo una vez más, de tenerlo cerca y volver a sentir su corazón acelerado, su cara ardiendo en un rojo suave y su cuerpo tensarse una vez más… pero estaba dispuesto a sentir un pequeño dolor una vez más, tal vez mañana sería el último día que lo vería y, después de eso, jamás volvería a toparselo, no hasta detener sus sentimientos.

—Bien Leo, es hora de irnos —miro a Foolish—, ¿quieres venir? —El otro se quedó mirandolo, no sabiendo qué responder debido a no estar seguro si había entendido correctamente. Vegetta se percató de esto, notando de inmediato la traducción que salía de su brazalete que Quackity le dio— Oh, es verdad… —murmuró. Sacó el aparato extra que su amigo le había dado para Foolish y se lo dio, explicándole lo que era y volviendo a repetir la pregunta.

La traducción no era la mejor, pero le ayudaba a entender más que sin esta misma, así que agradeció al mayor y sonrió.

—No, I have a lot of things to do but thanks —respondió—. Have fun for me —terminó de decir, despidiéndose de ambos con un gesto de despedida antes de volver a entrar a la estructura.

«Vaya, la sorpresa debe ser importante…» Pensó Vegetta al ver cómo el otro negaba pasar tiempo con él y su hija, pero lo agradeció. Eso lo ayudaría a despejarse de todo lo que ocurría con sus sentimientos.

—¿Te parece si vamos a minar? Necesitamos algunos materiales —Vio a su hija asentir alegremente, más relajada la ver qué su papá no iba a ver su estatua.

Bueno, un día fuera de su torre nunca viene mal, después de todo… ¿qué podría salir mal?

Poción || FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora