OO2¡!

409 48 0
                                    

Jay y Jungwon habían intercambiado ya algunos mensajes, demasiados para ser sinceros. Hablaban a cada rato.

Jungwon siempre velaba por el bienestar de Jay, desde siempre había sido así, pero ahora que se le ofrecía la oportunidad de acercarse y cuidarlo personalmente, se esforzará al 100% para que su hyung esté satisfecho.

Jungwon estaba caminando hacia la cancha de la facultad, quería ver a Jay en sus entrenamientos de basquetball y seguramente no se aburriría. Jay en ropa corta, persiguiendo una bola, sudado y gimiendo del cansancio.

Algo tan sublime de ver.

Por suerte cualquiera podría ir a ver los entrenamientos mientras estos se apliquen en sus tiempos libres. Así que no era sorpresa que las gradas estuvieran casi llenas de alumnos viendo al equipo practicar.

Jungwon había sido uno de los primeros en llegar, extrañando a muchos con su presencia, se sabía que Yang no era amante del ejercicio y menos de lugares repletos de personas. Así que verlo en la cancha, en hora de práctica del equipo era bastante raro.

Jay estaba hablando con el resto del equipo, jugando con el balón en sus pálidas manos. El uniforme se le veía de maravilla, era algo transparente lo que solo facilitaba el ver su bella silueta.

Jungwon sonrió ante sus pensamiento, pero intento verse "inocente", pues solo no estaba. Tenía su reputación, alguien adorable, tímido como para iniciar una corta conversación, lindos hoyuelos, ojos con millones de estrellas en ellos, y más cosas que no recordaba ahora.

No sabía de dónde habían sacado todo eso, pero le daba igual. Tarde o temprano se olvidarán de él y aquella reputación que parecía para un niño.

También había tenido educación sexual, claro que sabía sobre esos temas y no era necesario evadirlos en su presencia. No era un infante de cinco años como para no querer hablar de relaciones sexuales.

El silbato del entrenador sonó, dando inicio a la práctica.

Todos guardaron silencio mientras los jugadores comenzaban a moverse por el espacio, varios pases y movimientos fluidos fueron un gran espectáculo para el público.

Jay anotó primero, muchos gritaron a modo de felicitación pero Jungwon se guardaba todo, más tarde podría felicitarlo a su modo.

Veía con admiración como el mayor pasaba el balón, como lo robaba con agilidad y distraía a los oponentes para que los de su equipo pudieran avanzar fácilmente a la victoria.

Varios minutos después, el entrenamiento había terminado, Jay estaba jadeando. Últimamente los entrenamientos se habían vuelto más duros que de costumbre.

Pasó la pequeña toalla por su rostro limpiando el sudor. La puso en su hombro y abrió su botella de agua, todo ante la antena mirada de las personas en las gradas.

Cerró sus ojos disfrutando del fresco líquido, sintiendo las miradas de todo en todo lo que hacía.

Alejó el bote de su boca y lo cerró, guardó todo en su bolso de entrenamiento y se dirigió a las duchas con los demás. Llamando la atención por su caminata desinteresada, haciéndolo lucir jodidamente sexy para todos, pero más para cierto pelinegro que lo veía alejarse.

Jay era el único restante en las duchas, los demás ya habían acabado mucho antes que él

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Jay era el único restante en las duchas, los demás ya habían acabado mucho antes que él. Secó su cabello con el pequeño ventilador de aire caliente.

Hidrato sus esponjosos labios, checo por última vez su rostro y se percató de la alta figura en la puerta de las duchas.

Sonrió de lado, y habló.

— ¿Qué sucede, Yang? ¿Por qué me vienes a ver y me esperas ahora? Pensé que estabas muy ocupado con tu clase de cocina — Jay cerró su pequeño casillero y observó a Jungwon, aún con su sonrisa.

Jungwon rió ante su indiferencia y enfado, vaya que quería un bonito castigo.

— Hoy no me toca cocina, así que pensé en venir a verlo. Después de todo no creo que sea un problema, casi tenemos sexo en los baños.

Jay caminó a su dirección, con su mirada puesta en sus labios.

— No sé que es lo que dices, Yang, si antes no me respetabas, ¿crees que un acostón podría marcar una diferencia? Si quieres demostrar que simple sexo sin compromiso hará una diferencia, ¿por qué no lo intentamos? Veamos quien tiene la razón — sentenció, pasando al lado de Jungwon y saliendo.

Jungwon lo pensó un poco más, ¿por qué no? Si no lograba volverse cercano a Jay con solo una vez, lo harían más veces.

Tal vez solo un encuentro no sería suficiente para Jay, claro que había entendido la seductora indirecta que le había lanzado como una daga venenosa, llena de arrogancia y mucha superioridad.


Bad boy ¡! ➜ wonjayWhere stories live. Discover now