OO6¡!

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— ¿Ya tienes lo que necesito? — preguntó una castaña, con su mirada baja y llena de ira.

El alto chico asintió y le ofreció el sobre café con la información, en cambio la femenina le entregó la bolsa con dinero y algunas respuestas a exámenes.

El chico sonrió de lado y guardó la recompensa en su mochila.

— ¿Ya sabes que hacer, verdad? Hundir a Jay es algo imposible, puede que la que termine humillada seas tú.

— Deja las tonterías de lado Juyeon, jamás caería tan bajo como para terminar haciendo el ridículo yo. Ahora ve a jalartela pensando en el engreído de Jay.

— Lo que digas, Yue. Por cierto, ¿qué es lo que ganas con todo esto?

— ¿Recuerdas los rumores de hace unos años? Se decía que una alumna había intentado tener algo serio con Park, pero el la terminó dejando y después de un tiempo simplemente la terminó olvidando, como a todos los demás. Escuché tanto por los pasillos, el me dejó como a una tonta cualquiera.

Juyeon asintió y se fue, dejando a Yue sola detrás del gimnasio de la escuela. Justo como Jay la dejó el día de por fin querer dar un paso más, pero la mente de la chica le hizo creer algo que jamás sucedió.

— Será mejor que dejes de tocar mi jodido cabello, puta

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— Será mejor que dejes de tocar mi jodido cabello, puta. No pienso soportar más — Jay amenazó, sus ojos cerrados en todo momento.

— Hubiéramos acabado desde hace tanto tiempo atrás si tu no hubieras estado teniendo sexo con Jungwon, llegaste todo pegajoso y oliendo a sudor.

Yunjin estaba retocando el cabello azulado del mayor, pero este no cooperaba en absoluto.

— No sé de qué mierda te quejas, tu mismo me pediste que le diera unos retoques — Yunjin se quitó los guantes y los tiró al cesto de basura.

— ¡Fue hace una semana! ¿Por qué demoraste tanto? Estuve a nada de dejar que el color se me fuera — el celular del peliazul comenzó a sonar, en la pantalla brillaba el nombre de contacto de Jungwon.

Jay estuvo a punto de agarrar su teléfono y aceptar la llamada, pero la femenina fue más rápida y alejó el aparato del alcance de Jay.

Yunjin declinó la llamada entrante de Jungwon y continúo con su trabajo, pero vaya que el quedante de su amigo era insistente.

— ¿Está tan urgido? Si acaban de tener sexo, por Dios, que se compre una muñeca inflable y la folle.

Jay soltó una carcajada, el celular seguía vibrando y Yunjin ya no soportaba la vibración constante del celular de su amigo, así que sin otra opción terminó por aceptar la llamada del alto.

— Antes de que comiences a gemir como perro en celo, también estoy yo escuchando así que mejor modera tus palabras, yo no pensaré 2 veces antes de colgarte la llamada.

— Como sea, ¿por qué tienes el teléfono de Jay-hyung? Yo solo quiero escucharlo a él, no tu voz chillona.

— Ya fue suficiente, adiós Romeo — dijo Yunjin mientras cerraba los ojos y colgaba — Muy bien, deja veo lo que dice la caja y vuelvo.

Jay asintió sin más opción y agarró su teléfono para volver a llamar al alto, mientras la chica leía las instrucciones de la caja del tinte. La pelinegra cerró sus ojos en frustración, al notar que había comprado un tinte que se quitaría en menos de una semana por error.

— Seong, no creo que te guste lo que te diré... — dijo totalmente apenada.

— Eso no importa ahora, solo tengo que lavarme rápido el pelo y alistarme, Jungwon me quiere ver en un café a las 05:00 p.m. — el peliazul guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón y caminó hasta su closet — Dime, ¿me visto como para una folla-cita o una cita normal?

— Folla-cita totalmente.

Bad boy ¡! ➜ wonjayΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα