OO4¡!

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Jay iba en el ascensor mientras leía la pequeña nota que le habían entregado en la entrada del hotel.

Querido Jay

Gracias por haber aceptado mi invitación a Kang's, es un honor poder pasar tiempo de calidad a tu lado. Al entrar a la habitación, por favor no te asustes, yo no estaré ahí hasta que estés listo con lo que está en la bolsa. Cuando ya estés listo, yo lo sabré y entraré procurando el no alterarte.

Verás que la pasaremos de maravilla.

Tu querido, Jung Jungwon.

Jay terminó de leer la 'carta', confundido, antes de poder ver el interior de la bolsa las puertas metálicas se abrieron dándole paso al penúltimo piso de la construcción.

Salió y fue directo a la habitación, una de las mejores era en la que iban a estar. Pasó la tarjeta de entrada por el escaner y por fin se adentró.

Dejó la tarjeta en el primer mueble y sacó el contenido de la bolsa, un bello conjunto de lencería negra estaba dentro. Con encaje y unas medias bastante lindas, más una correa negra y sonrió, Jung era todo un maldito.

Sacó todo y fue al baño, se quitó todo lentamente frente al espejo, observando su cuerpo con la fina tela negra apenas cubriendo su blanquecina piel.

Fue a la cama y esperó sentado, de la nada, las cortinas se cerraron y las luces se apagaron. Escuchó unos pasos y sonrió.

Jugar un poco con Jung no estaría mal, ¿no?

Se levantó y se fue a una esquina, sintió a Jungwon cerca y sonrió, se estaba acercando a él.

Lo empujó a la cama, donde cayó de espalda y Jay se sentó encima de se pene cubierto por su pantalón, Jungwon prendió las luces con un botón y sonrió viendo a Jay quien tenía una bonita sonrisa ladina.

Llevó sus manos a sus glúteos y comenzó a masajearlos, apretandolos y tomándolos a su antojo.

Un beso fogoso se comenzó a formar mientras Jay quitaba las prendas superiores de Jungwon, definiendo sus abdominales con sus dedos.

Jay definía líneas imaginarias en el pecho, clavículas y hombros de Jungwon, quedando deleitado con lo fornido que el chico estaba. De saber que estaba así de bueno desde antes se hubiera acostado con el.

Jungwon se sentía desfallecer, por fin tendría sexo con Jay, y todo estaba resultando mejor de lo que esperó.

Jay bajó sus besos por el abdomen definido de Jungwon, marcando con mordidas y chupetones que ya tenía a alguien con quien satisfacerse. Comenzó a moverse de forma desesperada sobre el bulto en el pantalón de Jungwon, tan ansioso por una polla en su interior.

Bajó la cremallera y retiro los pantalones dejándolos hasta la rodilla, con el cinturón ató sensualmente las manos de Jung en la cabecera. Quitó la bragueta de su camino dejando la longitud de Jungwon libre.

Rápidamente se la metió por completo a la boca, haciendo gruñir al contrario con la imagen tan sexy de él comiéndose su polla y metiéndose unos dedos por su entrada. Por esta vez haría todo por su cuenta, sin dejar que Jungwon lo tocara.

Lamia y succionaba con fervor, animado por los jadeos, gemidos y gruñidos de Jungwon, cuando sintió el pene hincharse comenzó a masajear y apretar los testículos de Jungwon mientras se dilataba.

Y con solo gemir un poco todavía con la longitud en su boca, logró que Jungwon se corriera, soltando su abundante semilla dentro de él.

— No sabes mal, pero creo que me gustaría más que te corrieras en otro lugar — habló mientras se acomodaba sobre Jungwon, el menor solo sonrió y vió a Jay alinear su entrada ya preparada con su pene.

Jay comenzó a bajar lenta y torturosamente sobre la polla de Jungwon, dejando que su interior recibiera cada centimetro de la larga longitud del menor, moldeandose perfectamente para el otro. Cuando ya estaba todo dentro de él, se comenzó a mover en círculos mientras estimulaba sus pezones.

Jungwon se comenzó a desesperar, aunque le encantaba la imagen que Jay le ofrecía, quería más, necesitaba comenzar a embestir a Jongseong , agarrar su cadera y dejarlo con las piernas temblando y suplicando por más. Quería verlo tan necesitado de su polla, lo necesitaba tan mal.

— Más te vale comenzar a moverte, Jongseong— advirtió en un ronco gruñido.

Jay solo rió un poco y besó a Jungwon , comenzando a saltar sobre su pene desesperada y rápidamente, sin algún ritmo coherente mas el que hacían sus pieles al chocar con la otra.

Jay sentía que se correría pronto, así que solo comenzó a saltar aún más rápido de ser posible, la cabeza del pene de Jungwon golpeaba con fuerza su maltratada próstata de una manera que dejaba sus piernas temblando y a su cuerpo ansioso por recibir más.

Los espamos recorrían sin piedad su cuerpo, sensibilizando demasiado. Sin aviso alguno, Jungwon se corrió en su interior, llenándolo de su semilla hasta más no poder. Jay terminó en las bragas negras mal acomodadas que aún tenía puestas.

Cayó algo cansado sobre el pecho de Jungwon, aún con su pene dentro de él.

Sonrió y desató a Jung, este rápidamente lo dejó debajo de él, salió de su interior y volvió a enterrarse sin amabilidad nuevamente. Embestida tras embestida llegaba y las piernas de Jay estaban tan temblorosas que dudaba que podría estar simplemente parado. Jay gemía y enterraba sus uñas en la tersa espalda de Jungwon, sentía que se volvería a correr muy pronto.

Jungwon golpeó su sensible próstata desde la primera embestida increíblemente, por lo que se sentía más haya del cielo, se sentía tan bien ser jodido sin delicadeza por Jungwon, y sin descanso alguno.

El pene de Jungwon se sentía un poco más grande ahora, sentía cada vena dentro suyo. Jungwon aumentó de ser posible su velocidad, dejando los glúteos de Jay rojos por su rudeza en la cama. Inevitablemente se corrió otra vez cuando Jay gimió sobre su oído, enviándole una ola de sensaciones por todo el cuerpo.

Salió otra vez de Jay y ahora lo volteó, dejándolo con el culo hacía arriba y la espalda para abajo, totalmente sumiso para él.

Jugó un poco con Jay, metiendo solo la punta de su pene, haciéndolo lloriquear de desesperación por volver a tener una polla dentro de él.

— ¡Mete tu pene de una vez, carajo! — chilló, con lágrimas de placer cayendo por sus rojas mejillas.

Jungwon sonrió burlón por la desesperación de Jay, jaló la correa y se volvió a enterrar sin delicadeza, haciendo gemir fuertemente a Jongseong por el placer.


Bad boy ¡! ➜ wonjayWhere stories live. Discover now