¿Esto durará para siempre?

El Comienzo De Esta Vida...

Mi nombre es Chuuya Nakahara pertenezco a una familia pequeña en la que solo estamos mis padres y mi hermana menor, hace unos meses mi padre le fue infiel a mi madre, a raíz de esta traición mi madre desidio dejar a mi padre y hacer una nueva vida con mi hermana y conmigo en Yokohama.
Ha llegado el día de la mudanza, todo esta listo mi padre estaba listo para despedirce de nosotros y entre lágrimas nos dijo:

-Chuuya, Aya.... Mis hijos les prometo llamarlos todos los días, tampoco se tendrán que preocupar por su mensualidad yo responderé por ambos y nada les hará falta-Dijo mi padre.

-Gracias papá, por favor no llores yo te quiero mucho y te voy a pensar todos los días, te voy a mandar cartas y dibujos para que sepas lo mucho que te quiero y te voy a extrañar - Dijo Aya con lágrimas y una sonrisa. - Hermanito despidete de papá- Me dijo mi hermana.

Cruze mis brazos y dude si en hacerlo o no, mi padre acababa de separar esta familia y de paso mi madre estaba destrozada por dentro fingiendo una sonrisa por su culpa..... ¡No pienso perdonarlo!

-Hijo... Se que estas desepcionado de mi, pero quiero que me perdones y que ya no sientas rencor hacia mi-Me dijo papá agarrando mis manos.

-Por tu culpa esta familia se acabo, por tu culpa mi mamá intentó suicidarse a tus espaldas ¿Así quieres que te perdone? Olvidalo, jamás olvidaré lo que le hiciste a esta familia.

-Ya lo sé... Perdónenme ambos, solo te pido una cosa hijo-Me dijo el mientras miraba mis ojos.

-Habla ya, falta poco para la hora del viaje - Le dijo con una lagrima a punto de salir de mi ojo.

-Cuida a tu hermana y a tu madre, eres el hombre de la familia tu trabajo es cuidarlas - Me dijo el mientras se alejaba de mi.

-No te preocupes yo haré lo que tu no fuiste capaz de hacer- le dije mientras agarraba la mano de mi hermana y la de mi madre.

Acabada la conversación mi madre comenzó a caminar hacia la puerta, mi hermana y yo comenzamos a seguirla con lágrimas en los ojos, dejar toda una vida y comenzar una nueva no es nada facil para nosotros tres.
Pasadas unas horas en el puerto nos subimos al camión en el que íbamos a viajar, pasadas otras 3 largas horas llegamos a nuestro nuevo hogar era una casa de dos pisos, tenía un gran salón y un cocina algo grande con una barra americana, el piso de arriba contenía 3 cuartos cada uno con su respectivo baño. Estaba bastante bien no tenía quejas y mucho menos Aya ella estaba encantada corriendo por todo el lugar mientras mamá y yo acomodabamos las cosas.
Pasada dos horas mamá y yo ya habíamos acabado con el salón y la cocina, Aya estaba organizando su habitación ella sola desde hace una hora probablemente ya lleve la mitad. Unos minutos después sonó el timbre de la casa.

-Hijo puedes ir, yo subiré tus cosas a tu habitación - Dijo mi madre con una sonrisa.

-Si mamá-Le dije mientras dejaba la caja en le suelo.

Me apresure y abrí la puerta para encontrar a un hombre y dos niños a su lado. El hombre era alto, vería un traje, su cabello era azul y ojos violetas, era acompañado por otro niño con cabello Castaño y ojos cafés con un pequeño destello rojo y una niña de cabello azul y ojos azules como la noche.

-Hola ¿interrumpí algo? - dijo el señor mientras agarraba a los niños de sus hombros.

-No señor, disculpe ¿quien es usted? - le dije terminando de abrir la puerta.

-Oh claro, soy Ougai Mori, su nuevo vecino, los jóvenes que me acompañan son mis hijos Kyouka y Dazai- dijo el hombre con una sonrisa.
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-Mucho gusto, me llamo Chuuya Nakahara-Les dije haciendo una pequeña reverencia.

-Chuuya-San, le traje una galletas espero y sean de tu agrado-Dijo la pequeña niña.

-Oh muchas gracias señorita--le dije mientras resivia las galletas de chocolate que me había traído.

Poco después bajó mi madre y los invitó a pasar, ella me dio la orden de que terminará de arreglar mi habitación, yo solo subí ya para la media noche ya tenía todo listo.

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Espero que este capitulo halla sido de su agrado:3