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Hyunjin frunció el ceño antes de mirar a Jisung otra vez

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Hyunjin frunció el ceño antes de mirar a Jisung otra vez. Su amigo alfa mantenía la vista frente al carruaje que se acercaba a lo lejos.

—¿Me puedes repetir el por qué estoy aquí contigo? —preguntó Hyunjin.

—Porque somos amigos —replicó Jisung, cruzándose de brazos—. Y porque quiero intimidarlo. Sé que debe saber cuál es su lugar, pero nunca está de más recordárselo.

El alfa más bajo resopló, mirando el carruaje detenerse en las afueras del edificio. Jisung vivía en un departamento acomodado, en un buen barrio y con suficiente espacio para recibir a su futuro omega. Cuando le consultó si se mudaría a un lugar más espacioso por cachorros, Jisung dijo que lo vería a finales de año, una vez tuviera a su omega preñado.

El Gobierno daba plazo de un año para que el alfa presentara una queja de que el omega no le satisfacía y solicitara un cambio. Si el omega estaba preñado, se le encerraba hasta dar a luz y saber si su cachorro sería omega o alfa. Luego, se le volvía a hacer un examen para ver sus aptitudes, pero el destino que le esperaba no era favorable de ninguna forma, con sólo dos posibilidades de reintegrarse a la sociedad: o lo hacía como omega de entretención, siendo mandado a un prostíbulo, o sirviendo como omega de cría, enviándose a las granjas a parir hasta que quedara inútil. Era imposible que fuera asignado a una nueva pareja alfa pues ya poseía una marca, y nadie quería omegas usados.

El cochero se bajó y abrió la puerta. Del interior se bajó un omega varón, de cabello café y desordenado, con la vista baja y vestido elegantemente. Detrás de él venía una mujer alfa, que le hizo un gesto, y ambos caminaron en dirección a ellos, aunque el omega venía unos pasos detrás.

Ambos se pusieron rectos.

—¿Han Jisung? —dijo la mujer, y Jisung hizo un gesto—. Es un placer conocerlo, soy Madame Kang, la encargada de entregar los omegas correspondientes a sus alfas. Le presento a Minho.

Sin apellido, sin demasiado renombre, pues los omegas eran despojados de toda identidad.

—Minho —repitió Jisung—. Levanta la vista.

El omega obedeció, sin expresión alguna. Tenía unos bonitos ojos, parecidos a los de un animalillo indefenso.

—Alfa —dijo con tono suave, haciendo una pequeña inclinación.

—¿Calificaciones? —Jisung volvió su vista a la mujer, que sonrió con elegancia.

—Estuvo dentro de los cinco mejores omegas de su generación —dijo ella—, Minho tiene una bonita voz para cantar, sabe cocinar a la perfección y ordenar según se le solicite. Además, sus exámenes de fertilidad arrojan que todo se encuentra bien con su útero, por lo que debería quedar preñado pronto.

Jisung se movió, caminando alrededor del omega. Hyunjin lo encontró particularmente hermoso, pero no más allá de eso. De forma personal, él no era demasiado fanático de los omegas. Pensaba en ellos como aburridos, siempre dóciles, siempre obedientes y sumisos. Pocos solían mantener una conversación interesante, y eran los que no estaban drogados como tal, por lo que solían ser de la clase alta.

inopia ✦ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora