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Las puertas del salón principal se abrieron casi cuando Hyunjin apareció, y los guardias ni siquiera parecían capaces de mirarlo a la cara

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Las puertas del salón principal se abrieron casi cuando Hyunjin apareció, y los guardias ni siquiera parecían capaces de mirarlo a la cara. Tal vez así esperaban no parecer cercanos a él, a pesar de que fue el General quien los asignó como guardias de ese lugar y conocía sus fichas muy bien. Anotó, mentalmente, quitarlos de ese cargo cuando volviera a su oficina.

Si es que volvía. Era muy probable que el rey Kim quisiera quitarlo de su puesto. En el mejor de los casos, podría seguir en la milicia. En el peor, podrían condenarlo por inoperancia y enviarlo a la Subterránea. Si eso llegaba a pasar, no descansaría hasta capturar a Jeongin con sus propias manos y hacerle pagar toda esa humillación.

Entró al enorme y exquisito salón, construido tanto tiempo atrás por los primeros reyes de la dinastía Kim. Hyunjin caminó hasta el fondo, tratando de no mover demasiado su hombro que, a esas alturas, parecía arder en dolor. Cuando llegara a casa, buscaría un calmante para tratar de aguantar ese sufrimiento que le quemaba el cuerpo. Tenía más que claro que le iba a doler por varios meses más, pero Hyunjin no podía darse el tiempo de una recuperación lenta.

En Inopia debía ser funcional en todo momento. De lo contrario, eras desechable en cualquier instante.

Se arrodilló e inclinó su cabeza ante el rey Kim Jeonghoon, que se encontraba sentado en su trono, ataviado con las ropas de fiesta. El rey no iba a estar presente en la boda, pues recibiría en su castillo a la pareja recién casada.

A su lado, sentada en las escaleras, estaba la reina y omega del rey, una mujer que se llamaba Chaekyung. Hyunjin no recordaba haberla escuchado hablar en algún momento, y casi siempre tenía la mirada perdida. A veces, creía que la drogaban con jechul también, pero luego sólo comprendió que se había acostumbrado a ser silenciosa y pasar desapercibida. Era lo que se esperaba de un omega, al fin y al cabo.

Y, de pie y esperándolo también, se encontraba Seonghwa con una clara expresión de ira y furia en el rostro. Contrarrestaba enormemente con la cara de su padre, que era calma e, incluso, con un poco de humor negro.

—Mi rey —murmuró Hyunjin, tratando de que su voz no temblara por el dolor—, mi príncipe.

—¿Me puede dar una explicación, General Hyunjin? —comenzó a decir Seonghwa, y su voz también se sacudía por la cólera—. Lo que ha pasado el día de hoy...

—Seonghwa, cállate.

La voz grave del rey Jeonghoon interrumpió toda la palabrería del príncipe, que se calló por la sorpresa. Incluso Hyunjin se sintió un poco pasmado por lo que había oído, ya que creía que iba a tener que escuchar todos los insultos por parte de Seonghwa.

Alzó la cabeza lentamente. El rey se acomodó en su lugar y apoyó su mano en la cabeza de la omega, como si fuera una especie de perrito que acariciar.

—Lo que ha pasado es bastante grave —dijo Jeonghoon, acariciando su barbilla en un gesto pensativo—, pero la culpa no ha sido sólo suya, General, sino también del estúpido de mi hijo.

inopia ✦ hyuninWhere stories live. Discover now