Capítulo 15. Un sueño casi real.

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¡Oye!, levántate flojo, ¡oye!...

Escucho a Melody gritárme al oído, trato de ignorarla pero me comienza a mover para que me levante.

Quiero dormir un rato más, no he dormido mucho estos días por estar pensando en...

Abro rápido los ojos, me siento en la cama apresurado, parpadeo una y otra vez buscando a Melody por el cuarto.

Volteo para la puerta y en eso entra John, en prendas cortas, boxer rojo, una playera de tirantes blanca y sosteniendo un taza humeante en su mano izquierda, el sabroso olor a el café se esparce por la recámara.
Despertar y ver a John Cate, mi jefe, en calzoncillos, no es muy agradable, esto se esta volviendo incómodo para mi.

Me vuelvo a echar en la cama y me cubro la cara con la almohada, quizá estaba soñando con ella, creí que estaba aquí, de regreso, despertándome como lo hacía cada fin de semana. Pero no, a cambio de mi amada esposa tengo al imbécil de John Cate en calzoncillos y usando mi taza favorita.

—¿Quieres un café? —dice John acercándose y sentándose en la esquina de la cama.

¿Es esto otro sueño?, John Cate, el arrogante, pedante y exigente hasta los codos, ¿está ofreciendo traerme un café?.

—Si —respondo inseguro.

La cabeza me palpita, siento que las sienes me van a explotar en cualquier momento.
Cate se levanta y regresa a la cocina, me quito la almohada de la cara y observo a vista fija la foto donde estamos Melody y yo abrazándonos felices, esa foto la tomó Jaffet cuando lo llevamos a la feria, recuerdo que insistió en tomarla, decía que no nos podíamos ir de ese lugar sin antes sacarnos una foto en el que es llamado el quiosco del amor.
Estupideces.

Empiezo a recordar parte de mi sueño, es extraño que no haya sido una pesadilla, solo he tenido malos sueños desde su huida, pero esta vez fue algo mucho mejor que un simple sueño.
Se sentía tan real, en verdad creí que regresó, toque su piel, lloré en su hombro y le dije lo mucho que la amaba, le pedí perdón, no se por qué, pero sigo creyendo que el culpable de su huida fui yo.

Quito la mirada de la foto, no quiero otro día traumante, necesito salir y dejar de pensarla a cada segundo.

John se vuelve a sentar en la esquina de la cama, suena estúpido, pero cada día pienso en él como un amigo y no como un jefe al que tengo que obedecer.

—Levántate por el café, McCurdy dice sonriendo, levanta la mano y se limpia lágrimas imaginarias en su rostro.

Entiendo la indirecta, paso el dorso de mi mano por mis ojos fingiendo que no me importa, están húmedos, lloré sin darme cuenta.
Todo eso provoca ella en mi, lágrimas, angustias y cursilerías.

Observo el reloj, la mañana todavía no termina, los días sin Melody se me hacen eternos y cortos al mismo tiempo.

Desde que ella se fue los segundos dejaron de existir, se volvieron minutos y los minutos se hicieron horas.

No le respondo a Cate, me da flojera levantarme y empezar otro día sin ella, quiero dormirme y que ella me despierte hasta que regrese.

Melody comienza a llorar, lágrimas de sangre fluyen de sus ojos, se acomoda el cabello para atrás quitándolo de su cara y descubriendo su frente, una frente sucia, llena de tierra y maleza, se acerca a mi para besarme, cada centímetro entre nosotros hace que su aspecto vuelva a estar bello y delicado como antes, como si yo fuera la cura para nuestro dolor.

Levanto ambas manos para tomar su tierno rostro y besarla, mis manos están negras y llenas de barro, pero al igual que ella, se van limpiando cada segundo que no acercamos.

¿Cuándo fue la última vez que la vi?Where stories live. Discover now