❦︎ [Our Baby]- Agosto Mpreg

ఌ︎AkiÁngel

¡No podía creer que en el único día que por fin tenía libre lo llamasen al trabajo tan de repente!

Y debía de admitir que eso lo molestaba en gran medida, al fin y al cabo había deseado tanto tener un momento en el que pudiese descansar por al menos unas horas antes de que tuviese que ir a la cita que había programado con Himeno, quien sería su esposa acorde con el compromiso que establecieron sus padres.

¿Quién diría que en el mundo aún se aplicarían tradiciones como esas?

Acorde con todo lo que había aprendido para ese punto, se supondría que actos semejantes a ello debieron quedarse enterrados en el pasado; no obstante, por el dinero la gente era capaz de hacer cualquier cosa, siendo ese el ejemplo de ambas familias, sabiendo que ese matrimonio también sería la forma de presionarlo a que renuncie de su actual trabajo con tal de que asuma la dirección de las dos empresas que acabarían fusionadas en una sola.

¡Y eso era lo que menos deseaba!

Desde niño siempre le llamó la atención tanto la labor de un policía como las cosas paranormales, por lo que, para molestia de sus padres, acabó estudiando  aquella particular profesión, llevándose como sorpresa el hecho de que, a medida que iba escalando rangos, descubriera que existía una división encargada a las cuestiones que sobre pasaban los problemas típicos de la humanidad, vinculándose con todo tipo de criaturas extrañas.

La primera vez que lo llamaron a una reunión con la jefa de la sección, quien lo consideraba en base a sus palabras dichas como "un posible miembro con futuro prometedor", pensó que en realidad todo ello era parte de una broma.

O así fue hasta que sus ojos apreciaron aquello..

Al ver que no creía en la explicación que le brindaron, se encargaron de llevarlo a una edificación que se situaba al parecer en algún subsuelo porque no se divisaba ninguna ventana. Era tanta la confidencialidad que mantenían que hasta incluso para llegar a esa ubicación, le colocaron una venda que no se pudo retirar en ningún momento del camino.

-Sé que es díficil de creer, Aki-kun. Sin embargo, necesito que abras tu mente y veas más allá de lo evidente- expresó la señorita Makima antes de llevarlo a una habitación en donde encontró a una criatura encerrada en una jaula que lo dejó más que impactado.

Se trataba de más ni menos que de una especie de tomate de gran tamaño que poseía un sinnúmero de ojos humanos por toda su extensión junto a varias manos que sobresalían de su parte inferior, actuando estas como sus pies.

¿Quién diría que ese sería el inicio de un cambio radical en su vida?

Desde el primer minuto que aceptó formar parte de esa división, cosas como demonios, fantasmas, monstruos, reptilianos, lugares malditos y criaturas que se creían que formaban parte solo del folclore o leyendas urbanas, empezaron a formar parte de su vida.