Capitulo 4:

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No es igual

A veces, me encuentro en una realidad fantástica que disfruto mucho. Dónde mi corazón se siente a salvo. Dónde soy feliz y no hay un permanente peso sobre mis hombros y una tensión que me desgasta.

En esa realidad camino al lado suyo, sobre el alto y verde césped, y frente nuestro hay unas pequeñas estructuras. Era un pueblo. Estábamos salvados. Luego de días de caminar. Luego de huir de Wonderland. SeungCheol y yo habíamos encontrado un hogar.

Fue difícil que todos confiaran en nosotros. Llevó mucho tiempo, pero logramos ganarnos su cariño y respeto.

Mi esposo era un genio. Un hombre brillante lleno de ideas para mejorar el pueblo. Siempre tratabamos de ayudar. De adaptar los recursos del pueblo, y convertirlos en algo útil, inspirados en la tecnología más básica de Wonderland.

En ese pueblo no había duchas. SeungCheol y yo ideamos un sistema de tuberías y que el agua del río llegara a todo el pueblo.

Los panaderos tardaban mucho en hacer sus delicias porque no tenían buenos hornos.

Mi esposo recogió material necesario, hicimos expediciones hasta conseguir hierro. Con ayuda, hicimos hornos que funcionarían con carbón. A falta de electricidad para hacerlo eléctrico. Y aunque era un invento algo antiguo para nosotros dos, era más que suficiente para vivir allá. Para que los panaderos, los alfareros, y los herreros trabajaran.

Éramos dos inventores, no por vocación si no necesidad. Íbamos a ser doctores, me faltaba muy poco para graduarme, pero así surgieron las cosas.

Estuvimos los dos solos en nuestra pequeña casa hasta que, cinco años después, descubrimos que algo crecía en mi.

Era imposible saber que esperaba un bebé. No había médicos y hospitales. No había tecnología. Durante semanas pensamos que estaba enfermo por mis vómitos y mareos. Y entonces mi vientre comenzó a crecer y ambos sabíamos de mi estatus de nueva mujer, todo fue más claro cuando consideramos mis primeros síntomas.

SeungCheol estaba tan asustado. No sabía cómo vendría, ni como avanzaría o si saldría bien.

–No quiero perderte. -me dijo.

–No pasará. La operación fue un éxito, ¿no? Entonces, podré llevar este embarazo hasta el final.

La solución era cesárea. Así mi bebé llegaría al mundo.

–¿Alguna vez imaginaste en ser papá, JeongHan?

–Este bebé saldrá de mi, entonces yo seré su mamá, no su papá.

–¿No te ofendería que te llamase así?

–No. Puede llamarme de ese modo. Mamá solo es una forma de decir a quien te trajo al mundo. Que me llame así, no quiere decir que sea mujer.

–En ese caso, ¿alguna vez imaginaste tener hijos?

–Realmente no. Siempre pensé que sería el tío genial de los hijos de mi hermana. ¿Tú crees que ella esté bien?

–Si ella y tus padres huyeron, debe estar a salvo.

–¿La veré de nuevo algún día?

–Si, algún día, pero no puedo prometer que será pronto.

–Lo sé.

Finalmente un día de febrero, ya era tiempo. Mi vientre dolía demasiado y sentía que estaba por estallar.

Fue una noche de tormenta. SeungCheol estaba tan nervioso.

Practicó mi cesárea con todo el profesionalismo que pudo. Traer a tu propio hijo al mundo, teniendo que abrir a tu esposo nueva mujer, debe tener tu cabeza llena de pensamientos.

Voyage: Return To Wonderland -SeongJoongWhere stories live. Discover now