Capítulo 2 · Cotidiano.

474 31 22
                                    

➤COURTZ ·

Bajaba del escenario sintiéndome orgulloso de mi mismo y lo que había logrado, volviéndome loco por todo lo que estaba pasando

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Bajaba del escenario sintiéndome orgulloso de mi mismo y lo que había logrado, volviéndome loco por todo lo que estaba pasando. La presentación salió como teníamos ensayado, canté perfecto y me sentí bien, apoyado por el público y también por Wisin y Chencho.

—¡Rompiste, papi! ¡Mucha suerte! —me decía Wisin yéndose hacia su camerino.

Chencho siguiéndole el paso, sonriéndome y yo más que agradecido con ellos, me despedí y entré a donde me tocaba, con mis panas.

—¡¡Eeeh!! —gritaron todos y empezaron a brincar, me tiraban con los cojines y destaparon una de las botellas.

—Cuiden aquí... Cuiden el área —me reía gozándome esto, siguiéndoles el juego pero intentando ser cuidadoso.

Gritamos, brincamos de emoción, tiramos par de bullas y después, todo se detuvo. Una persona importante entró por la puerta con una sonrisa grande y a la ves nerviosa mientras miraba a todos los que me acompañaban, respiré profundo y se acercó.

—Omar, te luciste... Te estuve mirando ahí, en verda’ lo hiciste súper.

—Gracias.

Ella sonrió bajando la cabeza, miré a los panas —ellos entendieron perfectamente—, nos dejaron sólos y hasta no asegurarnos de que lo estábamos, no hicimos nada más que vernos y sonreír.

—Me esperé a que to’ esto pasara pa’ poder venir y felicitarte, tú sabe’ que yo tenía mi performance y la mierda esa, anyway —sonrió cabizbaja—. Yo quería darte un abrazo...

—¿Un abrazo na’ más? —sonreí de lado, arquee una ceja y se sonrojó.

—Puede que algo más —dijo mirando detrás de ella y se acercó a mi.

—Ya yo sabía.

Al tenerla cerca de mi, sus manos fueron por encima de mis hombros mientras que yo la rodeaba por la cintura con mis brazos y la pegaba a mi cuerpo.

Nos besamos.

Paola Nicole —o como bien la conocen en mi mundo, Paopao—, se colgó sosteniéndose de mi cuello y enredó sus piernas por encima de mis caderas mientras la sostenía y bajaba mis manos hasta sus nalgas y las apretaba a la vez. Su risita burlona se hizo presente aunque sin dejar de besarme pues ya ella sabía que si algo más pasaba, ella tenía que darme luz verde.

—Ahora mismo to’ el mundo, al menos to’ PR está intentando colaborar contigo, te lo apuesto —murmuró besándome el cuello.

—Que llamen, que tiren y que sigan haciendo lo que se les pegue la gana... Que por ahora, con la única persona que yo quiero colaborar e’ contigo, mami —respondí echando la cabeza para atrás, dejando que ella siguiera en lo suyo.

—Pero ya tú te va’ y yo no vuelvo a verte...

—Por el momento.

Se carcajeó alejándose un poco de mi, viéndome a los ojos y me besó por última vez. Cerré los ojos —más no piensen que es por amor o para sentir bonito al ser besado por Paola—, nada más es un truquito que yo tengo para mantenerla esperando a que yo regrese a Puerto Rico y volver a hacer lo que llevo haciendo con ella por cuatro meses.

BROKEN HEART ‹ OMAR COURTZ ›.Where stories live. Discover now