Capítulo 3 · Maldito Orgullo.

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➤JASS-MARIE ·


Dos semanas habían pasado ya, desde que Luian sabía de la existencia de mi bebé —al que él llamaba Quesito, ya que eso había sido lo que yo más comí durante los primeros dos meses de embarazo—, fueron esos primeros meses que yo viví con él, después de desaparecerme de la vida de Omar.

—¿Y piensas decirle que tiene un nene o qué harás?

—Es en lo que menos pienso, Luian... No me interesa tener a Omar pidiéndome a gritos que le dé explicaciones, no quiero decirle sinceramente —me giré, ya que estaba cocinando para poder desayunar y salir de casa—. No me hace falta tener a un cabrón pa’ que me ayude con el nene, ni a quién yo tenga que pedirle que venga a buscarlo... Ya eso es aparte, lo mío con Omar ya fue y...

—Te entiendo, nena... Yo entiendo perfectamente pero, ¿pa’ qué salir con Noriel? —preguntó sonriendo con burla—. No vas a negarme que estás con ese cabrón en algo... ¿O es que sí lo vas a hacer? ¿Vas a ocultarlo hasta que los descubra?

—Sé que yo le gusto a Noel, pero él no me gusta a mi... Se lo he dejado claro ya, y él sabe que conmigo no hay oportunidad.

—¿Y luego?

—Me dijo que quiere ser mi amigo, y es demasiado bueno en eso... Es muy amable, me respeta demasiado y no es como esos tipos que te dicen “ya verás después de un tiempo, vas a estar a mi lado” —balbuceé asqueada sacándole par de risas a mi hermano—. En verdad, el tipo es otra cosa... Me cae súper bien, y es todo.

—¿Y si después de un tiempo terminas enamorándote de él?

Suspiré con pesadez y me di la vuelta, sentí una punzada en el corazón, apenas pude disimularlo y respondí tomándome mi tiempo.

—Todavía siento algo por Omar, no creo que se me pase rápido...

—¡Wow! Es decir, qué... ¿Si ese cabrón te busca y..? Acho’ Jassy... ¿Tú viras pa’ atrás de una? ¿En verdad lo harías?

—¡No sé, Luian! Todavía estoy superándolo, no sé... En verdad, que no sé...

Y es que sí lo haría, pero mi orgullo quizás me obligaría a mantenerme así como hasta ahora, alejada o escondida. Iba a casarme con él porque creía que era el amor de vida, el hombre “perfecto” ante mis ojos, el que más yo quería y del que me había enamorado de verdad, el primero por el que sentí un amor real.

—¡Ay, mi madre! Jassy, deberías decirle...

—Se va a volver loco, Luian...

—Ya casi es Navidad, estamos a unos días... Es la primer Navidad del nene, piensa en eso Jassy —insistió—. Te puedo arreglar una comida con Omar... Hago lo que sea que tú me pidas, nena.

—Luian...

—Un almuerzo, una cita a ciegas... Un encuentro del que ese cabrón no esté ni enterado de que tú vas a estar ahí pa’ que crea que fue coincidencia... Jassy, lo que sea.

—No te metas en esto, por favor —casi me ponía de rodillas—. Se lo voy a decir, eso te lo aseguro... Pero no ahora, no es el momento... No me siento preparada para algo así, creo que es mejor esperar a que esto pase... Quizás en enero le digo, o febrero...

—Entre más pronto, mejor.

—¿Crees que quiero ocultarlo? Esto es algo que él siempre quiso, Luian... Y tengo miedo de decirle que pues... Su sueño de tener un nene conmigo se ha cumplido, que está sano y que tiene esos ojitos como él y los labios —sollocé—. Quiero decirle que tuve a su nene sin complicaciones y que lo único que me hizo falta en ese momento fue él sosteniendo mi mano... Pero, me duele... Me duele lo que me hizo...

—Tú dices que él lo negaba... ¿Podría ser falso lo de ese embarazo? ¿No recuerdas lo que pasó conmigo, Jass?

—Lo tuyo fue distinto, porque tú estabas seguro que habías chingado con esa mujer y Omar... —me encogí de hombros, negué con lágrimas en los ojos, me dolía mucho—. Omar ni siquiera sabía si lo había hecho o no, si usó protección o no...

—Pero, ese nene ya está aquí... Ya nació, ¿que le cuesta hacerse esa prueba de ADN?

—Todavía no es momento.

De pronto, Luccy apareció con mi hijo en brazos. Ese niño tan hermoso y tan perfecto, que yo tanto amaba.

—El nene te necesita, quiere a su mami —decía mi mejor amiga con una enorme sonrisa en el rostro—. Además que yo me tengo que ir, me llamas si me necesitas, ¿okay?

—Claro, Luccy... Gracias por ayudarme con este pequeñito tan guapo —le dije tomando en brazos a mi bebé y sonreí—. Tengo que salir por unas cosas que me falta por ordenar... Te llamo a las ocho.

—Okay, nos vemos.

Luccy se despidió de mi con un beso en la mejilla y un abrazo, luego fue con Luian e hizo lo mismo y este me miró después de que ella saliera de mi apartment.

—¿Está soltera?

Me reí.

—Acho’ ¿de donde es que tú sacas amigas tan lindas? Esa baby es... Como las que a mi me gustan...

—Apenas terminaste con Zule... Date un break, hermanito... Respira.

Chasqueó la lengua y puso los ojos en blanco, volví a reírme mientras iba a la silla del comedor para poder sentarme a desayunar.

—Ya es pasado.

—¿Qué? ¿Es pasado? —me reí—. Hace dos días hablé con ella y me dijo que aún le llamabas por las noches, ¿tú estás seguro de lo que estás diciendo?

—Baby, claro que sí... Zule y yo terminamos pero eso no quiere decir que dejó de importarme su bienestar y como ella...

—¿Como ella se toca? ¿Ah? Zule me ha dicho que tú le pides fotitos, videítos —me reí al ver como se ponía rojo y sonreía como todo un sucio—. Hermanito, tú todavía la amas... Ese maldito orgullo, te jode.

—Ey, lo mismo te pasa a ti.

Me quedé callada, tenía toda la razón y no podía decir nada.

BROKEN HEART ‹ OMAR COURTZ ›.Where stories live. Discover now