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Hablar con él... que sencillo es decirlo cuando no eres tú quien lo dice.
¿Sería capaz de perdonar todo aquello que le hizo? Sabía perfectamente que él también quería volver, pero no podía ser así de fácil, solo tiene una obsesión con él.

Le encantaría creer que de verdad había cambiado su forma de pensar, pero lo único que deseaba era que yo solo fuera de su propiedad y que me pueda usar cuando le apetezca, mi atención, mi cuerpo...

Ey, ¿en que tanto piensas? — delante de mis ojos una mano con guantes negros se movían de arriba abajo —

Perdón Renato, solo pensaba en que será la siguiente prueba — exacto, hace unos minutos ya se había acabado la prueba, algunos conocidos míos fueron eliminados en un parpadear y pestañear de ojos —

No te agobies con eso Juan, tenemos aún 15 minutos para descansar — me habló mientras señalaba un contador donde ponía lo que nos quedaba de tiempo —

En el siguiente juego, creo que me eliminaránhablé honestamente, Nía consiguió descifrar la mayoría de las pruebas, si estaba en lo correcto, tenía probabilidades de morir — Me dijo Riobo que se trataba de comerle la cola al contrario - reí con mi típica risa de delfín, mientras el contrario tenía una cara seria por las estupideces que decía —

No hagas caso al ciego ese — se le notaba la cara de poca paciencia — ve y descansa un poco, lo necesitas me guiño el ojos de una forma algo sospechosa, claro que no le hice mucho caso —

Gracias Rebourn dije de una forma coqueta que sé que le molestara aún más al de barba — Me iré a descansar bebe — antes de que pudiera decir algo, me fui rápido, hasta llegar a la litera donde solía dormir —

Mientras pasaba por varias camas, también observaba lo que hacían los demás, tanto a los estadounidenses como a los españoles y demás... Cuanto más me acercaba veía a alguien en mi cama, sentado, como si me estuviera esperando. Por la silueta que tenía y los colores podía reconocer perfectamente que era Spreen, y ahora entendí el guiño anterior que había hecho mi compañero.

Extendí mi mano — Un placer señor DMC, ¿Qué te trae por aquí? — se levantó de la cama, se notaba bastante la diferencia de altura entre nosotros dos, agarró mi mano con educación —

No te hagas el boludo, sabes que no me gusta cuando me llamas por DMC habló serio, claro que lo sabía, por eso le llamé de esa forma. Conocía bien al argentino, tanto que sé que esta aquí para preguntarme sobre 8cho —

No respondiste mi pregunta solté su mano y me quedé mirándolo fijamente apesar de que llevara sus lentes de sol —

—¿Por qué rechazaste la ayuda de Mariana? Preferiste al otro wacho antes que a él — estaba apunto de reírme por su actuación, pero pude controlarme y casi no se notó —

Tengo una confianza más profunda con 8cho, además, eso a ti te tiene que valer madres — dije enfrentándose — tú estabas más preocupado por tu amiguito, emm... como se llamaba — finjí olvidarme el nombre de aquel chico —

Se llama Karl Jacobs y necesitaba ayuda en ese momento noté como apartó la mirada de mi, no sé le veía bien por sus lentes que siempre llevaba, pero sabía que hizo aquello —

Es verdad, se me había olvidado que ahora estás con ese — hablé con un tono más dulce y agudo de lo que suelo tener —

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